'Quién iba a pensar que mi vida, la de mi hermana y mi madre cambiaría en una semana de esta forma tan triste a razón del covid-19.
Mayo fue un mes que cambió mi vida. En ese momento se estaba viviendo el tercer pico de la pandemia y en mi hogar, mi abuelo, Pedro Segundo Aguilar Cantilo de 82 años, comenzó presentando síntomas de gripa y mucho malestar en su cuerpo. Sin embargo, en medio del amor infinito que le tenemos a nuestra familia, todos nos pusimos manos a la obra para ayudarlo, sin saber que también íbamos a enfermar.