Desde aquel 27 de julio ya se cumplen 'cinco largos años' del cierre del teatro Amira de la Rosa. Ese es el mismo número de veces que espectáculos culturales como el Carnaval de las Artes y Barranquijazz han tenido que trasladarse a otros escenarios 'menos apropiados'.
Eso sin mencionar obras teatrales y eventos musicales que también buscaban lugar en el teatro.
Para los gestores culturales, lo que sucedió con este escenario es una especie de 'fractura que no sana' que, por el contrario, sigue dilatándose con su recuperación y que mientras tanto sigue ahondando y marcando una herida.
'Es un vacío tremendo. Nos ha tocado irnos estos años a escenarios que no son los apropiados para la música, hemos perdido público y eso hace que el golpe por no estar en el Amira sea más fuerte', señala el director de Barranquijazz, Samuel Minski, con un tono de tristeza que quizás obedece a que es uno de los que más ha sentido y sufrido el cierre del teatro.
La frustración que expresa Minsky también tiene que ver con los impactos culturales que se han producido a partir del cierre. 'Seguramente son más eventos los que se han dejado de hacer en este lugar y esto significa un impacto para la cultura en la ciudad'.
Algo similar expresa la investigadora y gestora cultural, Patricia Iriarte, quien lamenta que sean 'trámites burocráticos' los que sigan impidiendo que se destrabe la intervención del complejo cultural.
'Me parece increíble tanto enredo para buscar una solución', expone.
Iriarte pide repasar lo que pasó con el Amira para que no se repita en otro escenario, teniendo en cuenta que eso solo 'afecta el nivel cultural de la ciudad'.
'Lo que pasó con el Amira es un retroceso en el desarrollo cultural de la sociedad. Cuántos hechos culturales que enriquecen espiritualmente se han dejado de hacer y por ende nos hemos perdido', comenta la investigadora cultural en un ejercicio que ella llama de reflexión y en el que invita a la ciudadanía a que también lo haga.
Por los menos dicen los gestores que pasarán unos años más para que el escenario de auténticas obras quite los candados y vuelva a abrir sus puertas.
'Es lamentable que una estructura moderna y contemporánea se dé el lujo de estar ya por un lustro inservible. Lo inconcebible es no tener certeza de lo que motivó al cierre', dice el arquitecto y restaurador Ignacio Consuegra.
Por último interfiere Heriberto Fiorillo, creador del Carnaval Internacional de las Artes. Para él, estos cinco años son la evidencia de 'una lenta e irresponsable negligencia compartida'.