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El insomnio, la tristeza y el miedo a salir de casa son signos claros de que se puede estar frente a un cuadro de depresión. En muchas ocasiones, para las familias es muy difícil detectar este tipo de trastornos de la salud mental, por lo que es necesario estar atentos para apoyarlos en sus problemas y evitar un desenlace fatal. 

¿Qué motiva este tipo de casos? Los especialistas aseguraron que los cambios drásticos que han vivido las personas a raíz de la pandemia son un detonante de este tipo de patologías. Quizás nadie se imaginó experimentar encerramientos prolongados, distanciamiento social y el uso de elementos que los hace perder su identidad. Este cúmulo de hechos termina incidiendo en los sentimientos, pensamientos y emociones, los cuales no se controlan fácilmente. 

La realidad de no poder caminar libremente, sonreír o simplemente saludar a algún conocido es impactante y quizás difícil de afrontar y sobrellevar por algunas personas. A esto se suma el hecho de tener que usar tapabocas cada vez que vas a salir de casa, de evitar el contacto con familiares, amigos y conocidos, o el tener que pasar de una oficina, con personas a tu alrededor, a trabajar en un lugar aislado del hogar frente a un computador.

Raiza García es una médico ginecobstetra de 50 años de edad que durante seis años tomó pastillas para poder conciliar el sueño, ya que su trabajo era en las noches y durante el día se le dificultaba dormir, razón por la cual decidió empezar a medicarse y creó una adicción.

Para Raiza era algo normal presentar cuadros de insomnio durante todos estos años y tener que depender de las pastillas, hasta el momento en que llegó la pandemia y empezó a experimentar sentimientos que no había tenido anteriormente a causa de sus pensamientos poco alentadores sobre lo que estaba viviendo. 

'El problema empezó un año antes con la pandemia de la covid; yo soy médica ginecobstetra, me tocaba trabajar en las clínicas y hospitales. La verdad era muy desgastante tranquilizar a la población que llegaba a consulta. De tanto que uno da, llegué a un momento en que me sentía que ya no podía más', contó García.