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Con el aumento de fallecidos por covid-19 en el Atlántico,cuya cifra alcanza los 1.234 en lo corrido del mes de abril, también se excede la operación y manejo de cadáveres en cementerios y funerarias. 

Actualmente en el cementerio Universal se están recibiendo entre 40 y hasta 45 cuerpos para inhumaciones y cremaciones. Para el caso de la cremación, el director del cementerio, Luis Dajud, informó que era necesario trabajar las 24 horas para poder cumplir con la demanda. 

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'Hemos tenido un incremento exponencial de cadáveres, el cual nos obliga a mantener encendida la cámara de cremación todo el tiempo, esto teniendo en cuenta que la cremación es la forma idónea de darle destino final a los cadáveres con covid-19', argumentó el directivo. 

En otros casos, por petición de las familias se realiza el proceso de inhumación, también avalado por el Ministerio de Salud para darle 'cristiana sepultura ' a los muertos por covid-19. 

Igualmente, el cementerio ha tenido que sumar esfuerzos con más personal para atender y reforzar los procesos exequiales, que se han incrementado desaforadamente con el tercer brote de la pandemia

Según las directivas del camposanto, antes del tercer brote, a diario se estaban recibiendo unos ocho cadáveres, es decir, que se ha quintuplicado el número de fallecidos que se reciben en el lugar. 

De acuerdo con el reporte del cementerio, solo en la mañana de este domingo habían ingresado 38 cuerpos.

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Quejas por horno

Precisamente, ante ese drástico incremento, la comunidad del barrio Chiquinquirá, aledaña al cementerio reportó a través de la línea de Wasapea a EL HERALDO su inconformidad por el espeso humo que emana la chimenea del horno crematorio, que permanece encendido la mayor parte del día. 

Sobre esto, el director del cementerio señaló que por el material en el que están embalados los cuerpos es normal que el humo sea más negro, y que como lo mencionó antes la demanda amerita que se trabaje de manera constante.