Con los ojos cerrados y una mezcla de emociones, Yenis Suárez fue la primera profesional de la Organización Clínica General del Norte en recibir la dosis de la vacuna contra la covid-19. El susto no duró mucho y tras recibir el biológico se acarició el brazo izquierdo y manifestó sentirse optimista de cara a lo que viene en los próximos días.
'Imaginé que todo volvería a la normalidad. Pronto todos vamos a poder estar juntos, abrazar a nuestras familias sin ningún temor, que cesen las muertes. Sentí mucha felicidad porque esto lo estábamos esperando, todo el personal de la salud anhelaba que llegaran las vacunas,porque es la esperanza para el personal de la salud'.
La mujer lleva 10 años trabajando como enfermera jefe de la unidad de cuidados intensivos especializada en patologías respiratorias en la General del Norte, la institución en Barranquilla con más camas ucis dedicadas a la batalla contra la covid-19. Un trabajo difícil por el riesgo al que está expuesta y las pérdidas que ha tenido que soportar, pero el que hace con mucho amor, según manifestó.
Ha tenido que ver partir a muchas personas jóvenes, adultas, pacientes y personas cercanas. El caso más duro que vivió fue el de una compañera con la cual trabajó durante muchos años y perdió la batalla contra la covid-19.
'Me tocó personalmente mucho la partida de mi compañera. Al comienzo quise renunciar, pero luego recordé que mi misión es cuidar a mis pacientes y que ellos ahora mismo nos necesitan mucho más', agregó.
Su motivación principal es su familia
Precisamente fueron ellos quienes la estimularon a seguir adelante, cuidando de todos y cada uno de los pacientes que llegaban hasta la unidad de cuidados intensivos con un estado de salud muy grave como consecuencia de la covid-19.
Vive con su progenitora, una mujer mayor de 60 años y que al comienzo temía contagiar; sin embargo, su mamá la apoyó y le dijo que no se preocupara.
'Mi familia siempre apoyándome, lo más difícil fue con mi hijo de cinco años. Yo llegaba y quería abrazarme, pero se educó muy rápido. Yo le hablaba y le decía que cuando llegara no podía abrazarme y besarme hasta que me bañara. Mi hija de 13 años me entendía, ella se siente muy feliz y dice que soy su supermamá', culminó.
En la jornada de este jueves se recibieron 198 dosis para inmunizar igual número de trabajadores de la organización Clínica General del Norte.