'Crucificados' en una cruz artesanal, extrabajadores de la empresa Pizano S.A, liquidada en el año 2018, se plantaron este lunes en horas de la mañana a las afueras de la sede de la entidad con el objetivo de realizar una manifestación en la que reclaman a la Superintendencia de Sociedades sus derechos laborales, asegurando que 'han sido violados' por el liquidador encargado del caso.
Los afectados afirman que desde que la empresa fue disuelta, no se han cumplido las obligaciones laborales que quedaron pendientes con los trabajadores. Indicaron que no se les pagó indemnización, acreencias laborales ni pensión, y que además los activos de la empresa se han ido vendiendo 'arbitrariamente', sin tenerlos en cuenta para pagarles sus debidas prestaciones.
Arnulfo Berrio, presidente del sindicato de industria, explicó que el mayor miedo de los trabajadores es que este martes comienza la etapa de enajenación de activos, es decir, el plazo que da la Supersociedades para vender todos los activos de la empresa: 'una vez se vence el plazo empiezan a correr 30 días para firmar el acuerdo de adjudicación, pues como ya no se vendió, se reparten los activos que quedaron. La norma habla de unos tipos de acreencias y nosotros por el tema laboral estamos de primeros'.
Los trabajadores, señalaron además, que pese a que la solución es vender el inmueble en donde actualmente sigue estando la fábrica de la empresa, el liquidador 'no lo ha querido vender'.
Serían un total de 600 trabajadores los que están a la espera de que esta problemática se revuelva.
'Tenemos evidencia de que muchas personas han llamado para comprar y el señor no atiende. Hemos sido pacientes durante tres años pero no vamos a aguantar más. Las personas que duramos 30 años allá hoy día no tenemos garantías para nuestro futuro', expresó Javier Gutiérrez, ex trabajador de Pizano.
Entre las situaciones que deben sortear está la de aquellos exempleados con padecimientos de salud, que no han sido atendidos 'como debería ser' porque quedaron sin servicio médico.
Ricardo Paternina fue un operario de la entidad, que desde hace ocho meses está sufriendo de un fuerte cáncer de piel, según el hombre ha pasado por el momento más duro de su vida porque no cuenta con los medicamentos necesarios para tratar su enfermedad.
'Trabajé en la empresa durante 27 años. Me tocó pasarme al Sisbén para que me atendieran pero no me cubre todo lo que necesito. Psicológicamente estoy muy mal, mi cáncer ha sido muy fuerte. Me ha tocado entrar en tratamiento psiquiátrico, dermatológico y con el otorrino. Necesito pastillas para poder dormir y para no desesperarme tanto. He pasado una necesidad tremenda, a veces no aguanto la presión pero sé que necesito ser fuerte para no dejar abandonados a mis tres niños, esto es muy duro', manifestó Paternina.
Ante la problemática, este medio se comunicó con el liquidador de la empresa Víctor Támara Corena, quien indicó que no podía dar ninguna información respecto al tema por no ser vocero de la Superintendencia de Sociedades: 'mi posición ya ellos la conocen, yo se las he informado en muchísimas oportunidades, pero como se trata de acceder a un medio público es mejor llamar a Supersociedades'.
Asimismo, EL HERALDO intentó comunicarse con la Superintendencia de Sociedades, pero no obtuvo respuesta.