En total fueron 51.135 usuarios a los que se les garantizó el suministro de agua potable durante la pandemia, tras estar suspendidos por mora o fraude. Así lo confirmó el gerente de Triple A, Guillermo Peña, en diálogo con EL HERALDO.
Frente al impacto económico, el directivo explicó que se registró una disminución del 16% del recaudo con relación al promedio, esto equivale a un total de $48 mil millones hasta el mes de julio. Mientras que los costos de reconexión de los usuarios fueron por más de $500 millones.
'A pesar de esto la compañía siguió operando, no tuvimos ningún tropiezo de liquidez o falta de recursos para la operación', dijo Peña.
Para evitar reducción en el flujo de caja que pudiera afectar y poner en riesgo la prestación del servicio, la empresa recibirá mediante líneas de crédito dispuestas por el Gobierno, a través de Findeter, un desembolso de $15 mil millones.
'Tuvimos un cupo de 26 mil millones para los estratos 1 y 2 que es un crédito sin intereses para pagar en 36 meses. Adicional salió una línea de crédito para los estratos 3 y 4 que ya nos autorizaron por 7. 800 millones de pesos', detalló el directivo.
El consumo residencial de los estratos 1,2 y 3 representa el 70% de los usuarios de Triple A. Precisamente en estos sectores fue donde más aumentó el consumo y se redujo el recaudo. Sin embargo, las cifras no fueron suficientemente altas para afectar las finanzas de la empresa, que también puso a disposición de los usuarios distintos convenios de pago.
En el caso del sector comercial, que sufrió grandes consecuencias con la crisis sanitaria, bajó el consumo y por ende el recaudo.
'La tendencia en el mes de agosto mejoró, superamos el recaudo del 80% cuando estuvimos en el 76%', puntualizó el gerente.