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Más de 20 veinte años transcurrieron para que Edilsa González, Rosa Batista y Delia Tejeda se sintieran por primera vez como dueñas del sitio que han habitado casi la mitad de sus vidas.

Estas tres amas de casa hacen parte de un grupo de familias que recientemente obtuvieron un título de propiedad que, según la Superintendencia de Notariado y Registro, es lo único que las convierte en propietarias.

'Por fin me siento dueña de mi casa', dice Edilsa González, de 65 años y habitante de Ciudad Caribe 3, luego de recibir en sus manos el documento en el que ella aparece como propietaria del predio que adquirió hace 21 años 'con mucho esfuerzo'.

Cuenta que la discapacidad física que padece desde muy joven le ha impedido conseguir un trabajo estable, ante esto no tenía opciones para sacar los papeles de su casa porque 'cuesta mucha plata'.

En ese pequeño predio solo ha logrado construir una pequeña habitación, un baño y una improvisada cocina, pero es todo su patrimonio y lo único que puede dejarle a su hijo.

'No he podido mejorar mi casa, pero estoy contenta porque a mi hijo ya nadie lo saca de aquí, no quería morirme sin tener esos papeles', dice.

Planea mejorar las condiciones de su casa, teniendo en cuenta que ahora la respalda un título de vivienda.

Mientras que Rosa Batista, de 47 años, dice que este documento la hace sentir segura y respaldada.

'Vivía un poco con incertidumbre porque no tenía un papel que certificara que esta casa era mía, esto ha traído tranquilidad a mi familia, nos motivó a pensar en una pronta remodelación', cuenta.

Con la titulación de su casa, Delia Tejeda, de 60 años, accederá a un crédito de mejoramiento de vivienda para reparar daños de humedad que están deteriorando gran parte de la infraestructura.

'Llevo 23 años esperando ser la dueña oficialmente, esto llegó en el momento que más lo necesitaba porque la casa se me está cayendo y quiero arreglarla', señala.

Tejeda dice que pasadas administraciones de Soledad llegaron hasta su vivienda para prometerle títulos que no le sirvieron porque no contaban con el aval del Concejo municipal.

'Por fin nos cumplieron, antes perdimos mucho tiempo en trámites y resulta que nos engañaron', sostiene.