La falta de agua potable, como consecuencia de la suspensión de las actividades en el Acueducto de Barranquilla, llevó a niños, jóvenes y adultos a recoger el agua que brotaba de uno de los 'tubos madre', que pasa por la calle 28 con carrera 23, en el barrio Rebolo.
Decenas de residentes de los sectores de La Luz, El Ferry, Rebolo, Pasadena y hasta Las Nieves, llegaban a la mencionada dirección para abastecerse del líquido, cuyo suministro fue suspendido la mañana del domingo tras la emergencia ambiental producida por el vertimiento de un aceite cerca a la bocatoma del acueducto, en el río Magdalena.
Tanques, baldes, ollas o cualquier recipiente eran utilizados para atender las necesidades del hogar y, en algunos casos, para cocinar.
La comunidad del barrio Rebolo, uno de los sectores afectados, expresó su inconformidad ya que no se les avisó oportunamente sobre el incidente.
'Esta mañana cuando nos despertamos nos dimos cuenta que estábamos sin agua. Ahora estamos tratando de tomar un poco, aunque las filas son muy largas y me toque regresar por más' manifestó Martín Peluco, uno de los residentes de la zona a EL HERALDO.
Mucho calificaron como 'imposible' poder abastecerse del líquido, ya que no había control alguno al momento de reclamarlo.