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Año tras año cuando se avecinan las carnestolendas en Barranquilla, los vecinos de los diferentes sectores empiezan los preparativos para los bailes de Carnaval. Aunque las fiestas populares han ido cambiando por la seguridad y las normas, lo cierto es que deben cumplir unos requisitos para su aprobación.

En ese sentido, este año el comité de evaluación de eventos masivos verificó las solicitudes recibidas en la ventanilla virtual de la Alcaldía dispuesta para la recepción de estas solicitudes. En total fueron recibidas 449 solicitudes de permisos para el desarrollo de eventos masivos en la ciudad durante los días de precarnaval y Carnaval, de los cuales 317 han sido aprobados hasta el momento.

Clemente Fajardo, secretario de Gobierno del Distrito, explicó que durante la reunión del comité efectuada ayer, se evaluaron cada una de las solicitudes registradas y se analizaron la viabilidad y desarrollo de las mismas. Sin embargo, algunas aún quedaron en revisión, por lo que el número total de eventos aprobados podría variar en próximos días.

El plazo para radicar la solicitud de permisos venció el pasado 31 de enero 2020, dando cumplimiento al decreto 0901 de 2016 y 334 de 2019, que establece que los permisos se deben radicar con mínimo 15 días de antelación a la realización del evento que desea realizar.

Fajardo recordó que para garantizar unas fiestas tranquilas se viene implementando un trabajo articulado entre la Alcaldía de Barranquilla, a través de la Secretaría de Gobierno y la Oficina para la Seguridad y Convivencia Ciudadana, la Policía Metropolitana de Barranquilla y demás entidades de control y de justicia.

Recordó que ya cuentan con más de 1.600 efectivos de la Policía que estarán acompañando durante esta temporada de precarnaval y Carnaval.

'Con un trabajo articulado vamos a brindarles a los barranquilleros y a los visitantes la seguridad necesaria para disfrutar de un Carnaval alegre y en sana convivencia', sostuvo.

El funcionario también recordó que se encuentra vigente un decreto donde se regula la venta y consumo de licor en las proximidades a los eventos.

El propósito de estos decretos es conservar las condiciones necesarias para que propios y turistas puedan disfrutar el Carnaval. Y de esta manera propiciar comportamientos que favorezcan la sana convivencia en el espacio público, lugares abiertos al público y promover el ejercicio responsable de la libertad, la dignidad y los derechos durante las fiestas.