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Los 75 ediles de Barranquilla, entre nuevos y repitentes, se preparan desde ya para lo que será su nuevo periodo: 2020-2023. 

Los 15 representantes de cada una de las cinco localidades tendrán la ventaja de la continuidad en la línea de mando de la ciudad, pero se enfrentan a otras problemáticas dentro de sus mismas responsabilidades que pueda que, después de lo hecho por los sucesores, termine pesándoles durante su cuatrienio. 

Las dudas de la ciudadanía sobre la relevancia de su labor, su posibilidad de influir directamente en las decisiones e inversiones en las localidades y su contrapeso o apoyo a las medidas tomadas por el alcalde electo Jaime Pumarejo, hacen parte de los aspectos que estos líderes políticos deberán sortear durante su periodo.

Además, muchos aspirantes llegaron a admitir en su momento que los honorarios que recibe un edil ($8.000. 000) hizo que muchos se lanzaran a ocupar este cargo político. De allí el elevado número de inscritos a las elecciones locales (906 aspirantes). De ellos, menos del 10% de ellos se sentará en las sesiones que iniciarán en 2020. Jóvenes, adultos y adultos mayores se le midieron al reto de convertirse en ediles, cargo apetecido también para quienes desean iniciar su trayectoria política.

Por esto, por la inexperiencia, muchas veces se critica a los ediles, que –según argumentan– 'tienen las manos atadas' a la hora de intervenir directamente en las localidades, pues –manifiestan– requieren que sea el Distrito el que ejecute los proyectos y estrategias que 'ellos mismos plantean' en el Suroccidente, Suroriente, en la Metropolitana, Riomar y en Norte-Centro Histórico. Aunque, como muchos de ellos son repitentes, los aprendizajes del periodo pasado deberían cambiar el panorama para el que está a punto de empezar.

'Aunque las Juntas Administradoras Locales llevan ya establecidas un tiempo en nuestra constitución, el cargo de edil es aún nuevo para mucho de los colombianos. Pocos conocen la importancia que tiene la JAL en las ciudades y en el país. Por eso queremos fortalecer esa labor y dar a conocer nuestro trabajo', dijo Carlos Tulena, edil.

Otro de los retos para los ediles 2020-2023 será seguir abogando ante el Distrito frente a la construcción de las sedes de las Alcaldías locales de cada localidad. Hasta la fecha, solo Suroriente y Metropolitana cuentan con oficinas y Riomar, Suroccidente y Norte-Centro Histórico todavía deben arrendar espacios para -en el caso de los ediles- sesionar y reunirse cuando sea necesario. En demandas que han hecho los mismos ante EL HERALDO, los recursos 'ya fueron asignados', pero 'no se han conseguido los edificios'.

'Necesitamos que la Alcaldía Distrital nos de la importancia necesaria. Es decir, que nos brinde más participación en todos los proyectos de nuestra localidad. Además, no podemos incidir porque no tenemos las herramientas como los fondos locales que nos permitan ejecutar proyectos y así mostrarnos más frente a la comunidad', explicó Luis Rodríguez, edil del suroriente.

Entre las peticiones y argumentos manifestados por los ediles durante el periodo anterior está la descentralización del poder, muchas veces -según denunciaron- concentrado en el ente central de la ciudad, representado en Barranquilla por la Alcaldía, lo que les impide ejecutar proyectos en beneficio de las comunidades 

Con respecto a la descentralización, otra de las pujas de los ediles, los nuevos y repitentes deberán aclarar su posición frente al tema, que -los elegidos en el periodo anterior- tanto pidieron. En caso de que a nivel nacional se les entregue mayor influencia y control sobre las localidades, los ediles se convertirían en un ente con mayor relevancia y visibilidad dentro de sus sectores en la ciudad, que es -justamente- la dosis de reconocimiento que muchos han pedido desde hace años.

'Una vez las localidades cuenten con mayor descentralización y fondos de desarrollo local cada proyecto radicado por las Juntas Administrativas Locales podrá ejecutarse a través del alcalde local, generando mayor visibilidad de nuestra gestión y, por supuesto, mayor desarrollo', indicó Greg Felipe Torregrosa, edil de Norte-Centro Histórico.

Ante quejas e inconformidades de la ciudadanía, que acuden a los ediles para la solución de problemáticas en sus comunidades, estos deben tramitar esas inquietudes a la Alcaldía de Barranquilla, quien finalmente es la que asigna los presupuestos de los fondos locales y autoriza las operaciones y proyectos previamente presentados por los actores políticos de cada una de las localidades.

Para hacer estos procesos más eficientes, los ediles piden continuar con los procesos de descentralización y desconcentración del poder político en Barranquilla, que se han ido potenciando con la construcción de las sedes de las Alcaldías Locales, a las que los ciudadanos asisten ya en Suroriente y en la zona Metropolitana.