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'Con tanto obstáculo te obligan a hacer ejercicio', así definen algunos transeúntes la falta de uniformidad en los andenes en la calle 69 con carrera 42, en el barrio Las Delicias. 

Samara Rojas, estudiante y habitante del mismo sector, dice que son varias dificultades que debe ir superando para llegar hasta su vivienda. 

El ejercicio de Samara consiste, cada mañana y cada mediodía al regresar de clases, en deslizarse por tres rampas, subir más de 10 escalones y trepar ocho muros, algunos de hasta de 40 centímetros. Lo anterior ocurre en una misma calle y en la misma acera por la que debe caminar, para evitar vehículos y cumplir con la norma de tránsito, que así lo estipula; es decir, su andar se resume en 'subidas y bajadas'. 

Pero ¿acaso la adecuada accesibilidad no debe ser una garantía para el peatón? Sobre este tema en particular, el Manual de Espacio Público en Barranquilla hace referencia a la seguridad en los andenes, en los que se debe garantizar la integridad física de los peatones, mediante el uso de materiales antideslizantes y la adecuada separación e interacción entre peatones, vehículos y el mobiliario urbano. En consecuencia, la seguridad que ofrezcan los espacios públicos 'son determinantes para lograr una adecuada integración social'.