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Siete de Abril, Conidec, Carrizal, Las Cayenas, El Pueblito, Las Gardenias, Siete de Agosto, El Bosque, Las Américas, Santo Domingo y La Sierrita, son los barrios donde están ubicados los 13 sectores que ha priorizado la Alcaldía para implementar un plan que permita frenar los enfrentamientos entre jóvenes cuando llueve.

La Oficina para la Seguridad y Convivencia Ciudadana de la Alcaldía dijo que en el más reciente episodio ocurido el martes pasado se enfrentaron a piedra más de 300 adolescentes; sin embargo, solo lograron conducir a la Unidad de Convivencia y Justicia(UCJ) a 10 de los involucrados en estos hechos.

En los puntos donde ocurren con más frecuencia estos enfrentamientos, sus habitantes dicen que viven con temor de que llueva, porque 'con seguridad habrá aguacero de piedras'. 

'Esas pedradas alteran nuestra tranquilidad. Lo que más preocupa es que la mayoría de las veces llueve al mediodía, justo a la salida de los colegios', dijo Dalia Palacios, presidente de la Junta de Acción Comunal de Las Cayenas.

Jorge Acosta, vecino del mismo barrio, aseguró que las ventanas de su casa han terminado partidas, a causa de las piedras que caen al interior de su vivienda en medio de los disturbios.

'Nos toca a los mismos propietarios asumir los daños, tiran piedras y palos por todos lados'.

Los episodios, que generan caos, también terminan afectando la movilidad y los establecimientos de comercio.

'Eso se volvió una costumbre, empieza a llover y nos toca cerrar los negocios para evitar que las vitrinas terminen afectadas', dijo Johana Romero, habitante de El Pueblo.

Para los vecinos, estos hechos tienen como protagonistas las pandillas que buscan el control de sus territorios.

'Ellos vienen de diferentes barrios, se arman con piedras y con palos. Le tiran a todo lo que ven y generan afectación en nuestros bienes, como los vidrios de los carros, las tejas de las casas y vidrios de puertas y ventanas', señaló Carmen Palomino, habitante de Las Cayenas.

Finalmente, los vecinos dijeron que por causa de este 'fenómeno', se está perdiendo la tradición de bañarse con agua lluvia.