Desde hace aproximadamente cinco meses tres familias de la etnia Yukpa habita debajo del puente de la calle Murillo, a la altura del estadio Metropolitano, sur de Barranquilla.
El grupo se encuentra a la intemperie, siendo la plataforma del puente el único techo de las familias. Los colchones están sobre bolsas, y los alimentos los cocinan en tres fogones de leñas. Viven en medio de basura y escombros que a diario son arrojados en la zona.
Isabel Romero, miembro de ese grupo de indígenas, señaló que llegaron provenientes de la Serranía del Perijá, (del lado venezolano), dado a la crisis humanitaria por la que atraviesa el vecino país.
'En Venezuela todo está caro; no se puede comer nada, no hay medicinas, los niños no se pueden enfermar por qué no hay cómo atenderlos. Estamos acá para poder sobrevivir', señaló Romero.
La mujer señaló que 18 niños y 16 adultos componen el asentamiento. 'Nosotros acá no hacemos daño, no molestamos a nadie. Las autoridades dicen que quieren cuidar la zona, pero ellos mismos permiten que lancen basuras y escombros en esta área', dijo.
Romero de 48 años señaló que 'muchas veces llegan hombres a la zona que sacan sus genitales y se los enseñan a los menores', dijo.
Las familias contaron que muchos vecinos de la zona les regalan ropa, alimentos y con eso logran obtener el sustento diario.
'Agradecemos a este país y todos los que nos ayudan. Es una situación por la que no quisiéramos estar pasando, pero está sucediendo y de alguna forma tenemos que afrontarla', apuntó Romero.
El secretario de Control Urbano y Espacio Público, Henry Cáceres, aseguró que en esa zona se está buscando una solución definitiva para evitar que sean arrojados basuras y escombros y evitar que sea ocupado por personas que quieran residir en el área.
'La situación, desafortunadamente, es fuerte con relación a la problemática de Venezuela, pero no podemos permitir que se ocupe el espacio público. Es una situación que a diario intentamos resolver', manifestó Cáceres.
El funcionario destacó que desde la secretaria se realiza un trabajo 'permanente' de vigilancia.
'Buscamos hacer unas intervenciones y recuperaciones para poder convertir estas zonas en áreas protegidas y sostenible en el tiempo. Estamos trabajando con varias secretarias para lograr este objetivo', señaló Cáceres.