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Las proyecciones del Instituto Nacional de Vías, Invías, indican que el nuevo Puente Pumarejo será entregado en el mes de diciembre de este año. La estructura, a la que se le invierten recursos que rondan los $700 mil millones, promete marcar un hito en la ingeniería colombiana.

Sin embargo, a cinco meses de su entrega existe una preocupación por parte de los gremios y de las autoridades porque todavía no se ha definido qué va a pasar con la estructura que actualmente se encuentra en funcionamiento y que conecta a Barranquilla con el departamento del Magdalena y el interior del país.

Mientras que algunos señalan que el puente debe ser demolido en su totalidad, otros proponen que solo sea retirada la parte central de la estructura, por donde se supone pasarían las embarcaciones que navegarían río arriba. Ambas opciones necesitarían una asignación presupuestal por parte del Gobierno nacional, que hasta el momento no está asignada.

La representante a la Cámara Martha Villalba señaló que el Gobierno debe gestionar nuevos dineros para que el proyecto de demolición del puente se centre, principalmente, en permitir el acceso de buques de gran calado y que no exista sedimentación a lo largo del canal navegable, tal como se había predestinado con la estructura que está a punto de entregarse.

'La ministra de Transporte ya puso sobre la mesa una opción, y es que no toda la totalidad de la estructura sea demolida, con el fin de incentivar el turismo. Es una posibilidad que se puede evaluar. Lo fundamental es ser muy racionales a la hora de invertir los recursos que se consigan', señaló la congresista

Por su parte, el senador Carlos Meisel indicó que hay que planificar el presupuesto para la demolición del puente, pero también se debe analizar qué se puede aprovechar de la estructura.

'En muchos lugares del mundo los puentes viejos quedan como zonas peatonales donde se concesionan restaurantes y yo creo que esa es la salida para el puente viejo. Hay que buscar la plata para tumbarlo, pero no tumbarlo completamente. Yo considero que se puede hacer un corredor turístico en el sitio', manifestó Meisel.

Entretanto, el senador Efraín Cepeda coincidió en que el puente no debe ser demolido completamente, para que sea usado con fines turísticos y que la parte demolida solo sea la que corresponda a la navegación de las embarcaciones. 'La semana entrante se comienza a discutir el Presupuesto General de la Nación para el 2020 y creo que en caso de que no existan recursos para demoler el puente en 2019, se puedan asignar con los recursos del otro año. La plata tiene que aparecer porque no es posible que pase esto con un puente al que se le han invertido más de 700 mil millones', señaló Cepeda.

Garantizar navegación. El presidente del Comité Intergremial del Atlántico, Ricardo Plata Cepeda, recordó que el argumento para hacer un puente con el gálibo más alto era que buques de gran tamaño pudieran navegar hacia el interior del país. En ese sentido —expuso— se debe garantizar la navegabilidad por el río Magdalena para que la obra 'cobre más sentido'.

'Tenemos grandes dificultades para que haya navegabilidad hasta el puente, con mayor razón vamos a tener que trabajar para garantizar que haya navegabilidad aguas arriba', explicó Plata.

Asimismo, el presidente del Comité Intergremial señaló que es importante que se hagan las obras adicionales como la doble calzada de la vía Barranquilla-Ciénaga, por lo que representa para la economía conectar la ciudad con el interior del país.

Tras ser consultado sobre el tema, el Instituto Nacional de Vías (Invías) informó a EL HERALDO que el próximo martes realizarán una reunión en Bogotá, en donde se empezará a definir la suerte del viejo puente Pumarejo.

uso férreo. Por su parte, el presidente de la Junta Directiva de Fitac en Atlántico, Carlos González, señaló que la estructura vieja del Pumarejo podría también utilizarse para proyectar el transporte férreo entre Barranquilla y Ciénaga.

'En el momento en que la ciudad se conecte con Ciénaga por ferrocarril, aumentaría la competitividad de la ciudad, porque tendríamos río, tren, un aeropuerto de carga y todo puede ser más interesante', señaló el dirigente del sector logístico.