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Un total de 13 familias fueron desalojadas ayer de una zona de 400 metros cuadrados ubicada en la calle 7 entre carreras 42 y 42D, en la parte trasera de la Plaza del Pescado.

Aunque el operativo se desarrolló de forma pacífica, se vivieron momentos dramáticos debido a la resistencia de algunas familias por el 'futuro incierto' que, según afirman, le depara a sus hijos.

En estas casas, que fueron levantadas de manera artesanal y sin permisos de las autoridades distritales, vivían 45 personas: 19 niños, 19 adultos y 7 jóvenes.

Una de estas viviendas era el refugio de Nayibe Peinado y su familia desde hace 17 años, según afirman. A pesar del tiempo que pasó en ese sitio, una 'catapila' se encargó de destruir su hogar en cuestión de segundos.

'Yo invadí este terreno porque no tenía casa y monté mi negocio para mantener a mi familia. Ahora no sé para dónde voy a coger', aseguró la robusta mujer de tez morena mientras organizaba algunas de sus pertenencias.

Otro desalojo

De forma paralela, se adelantó el desalojo de nueve establecimientos comerciales al interior de la Plaza del Pescado, en la zona del mercado público de Barranquilla.

John Gutiérrez, presidente de la Plaza de Pescado, no ocultó su 'sorpresa' por el desarrollo de este operativo: 'No es justo que nos atropellen, a estas personas no les están brindando la posibilidad de ser reubicados y no tienen en cuenta la inversión que han hecho para adecuar sus negocios'.

A su turno, Rubén Guerrero, uno de los comerciantes desalojados, puso de presente que el Distrito los ubicó en esa zona hace más de 10 años tras ser 'sacados' del conocido Puerto del Pescado.

'Nos están violando los derechos al trabajo y la igualdad. Por muchos años trabajamos para nivelar las ventas y ahora nos van a sacar sin brindarnos una solución. Estamos muy preocupados por nuestro futuro', expresó.