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Por cortes intempestivos, 'racionamientos disimulados' o fallas en el servicio de energía se dañan alimentos, se pierden clientes y se queman los aparatos electrónicos de los pequeños y grandes negocios, asegura Undeco, el gremio de los tenderos.

Las pérdidas, dicen los tenderos y comerciantes, suman entre el 40 y el 50% de su producción diaria, si se tiene en cuenta que los cortes pueden ocurrir entre 3 o 4 veces a la semana por períodos que van desde 4 hasta 48 horas.

'Hemos cuantificado las pérdidas económicas los días que no tienen energía y la suma de todas las tiendas llega a los $35 millones', afirma el vicepresidente de Undeco, Orlando Jiménez.

Asimismo, hace énfasis en la preocupación que tiene el gremio de que se siga afectando la rentabilidad de las 12.500 tiendas de barrio que existen en el departamento, teniendo en cuenta que estos negocios representan uno de los principales motores de la economía del país, de acuerdo con la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco.

En el barrio Recreo, Graciela García dice que han permanecido hasta 48 horas sin el servicio de energía, lo que ha ocasionado daños en los congeladores y neveras en la tienda que es de su propiedad.

'Con los bajones de luz se nos dañó un enfriador que es muy costoso. Además, las bebidas se calientan y no se venden', dijo García.

Los cambios de temperatura hacen que se pierda la cadena de frío que necesitan los alimentos para su conservación, por lo que estos negocios que manejan productos lácteos y cárnicos han tenido que buscar alternativas para disminuir los costos por pérdidas.

'He tenido que cerrar o atender solo media jornada, eso quiere decir que dejamos de recibir alrededor de $200 mil', señaló Leonardo Pérez, administrador de una tienda y un negocio de venta de comidas.

Comerciantes en el centro. Lo mismo ocurre con los comerciantes del centro a quienes los cortes prolongados de energía les afecta su producción, sobre todo a los negocios de las litografías ubicadas en la calle 35 con carrera 39, un sector que padece constantes fallas en el fluido eléctrico, según cuentan los trabajadores de la zona.

'Nuestro trabajo depende 100% de la luz y requiere de un tiempo específico de entrega y muchas veces le quedamos mal a los clientes porque no alcanzamos a producir', señala John Bula, gerente de una litografía.

El hotel que administra Leonardo Castiblanco también ha sido afectado por las fallas eléctricas que se presentan varias veces a la semana en esta misma zona.

'Aquí se compraron estabilizadores para los televisores, aires acondicionados y computadores, porque de otra manera ya no tendríamos nada', dice Castiblanco.

En un 40% caen las ventas en el centro cuando se prolonga la falla de energía, así lo señala la directora de Asocentro, Dina Luz Pardo.

'Cuando pasan más de cuatro horas sin servicio, en el comercio significa media jornada menos de trabajo', afirma.

Los fines de semana son los días en los que más quejas y reportes hacen los comerciantes por esta situación, añade Pardo.