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Que su pelaje negro con tonos grises cubra sus dos ojos brillantes no es un impedimento para que ‘Compañero’ se mueva con destreza cada vez que anda con sus cuatro patas por cualquier evento público al que su superior le disponga ‘vigilar’. Se trata del perro policía que llegó a ‘reforzar’ hace dos años la seguridad en Barranquilla.

Es de raza schnauzer y precisamente ayer se apareció poniendo el ejemplo con casco y chaleco en el acto oficial para el inicio de unas obras en el colegio Calixto Álvarez, del barrio Las Nieves. Sobrio, sin generar ladrido alguno, se presentó ante los niños y jóvenes estudiantes que apenas lo vieron lo fueron a acariciar.

‘Ñero’, como lo llaman de cariño los compañeros policías, tiene nueve años y hasta los siete husmeaba las bolsas de basura y dormía en las calles del sur de Bogotá a falta de un hogar, hasta que conoció al intendente José Daniel Yepes en una estación de policía en un barrio de la capital.

Por su profesión, Yepes debió dejar al can cuando fue trasladado a la capital del Atlántico. Sin embargo, en la última visita que hizo el intendente, hace dos años al interior del país, el hombre no pudo ignorar la mirada de su ‘amigo fiel’ y lo involucró en la cotidianidad de todo uniformado trayéndolo a ‘La Arenosa’.

'Aquí está empatizando con nuestro folclor y nuestras costumbres. Se está adaptando al clima cálido tras ser sometido a un proceso en el veterinario para aclimatarlo técnicamente durante tres meses', expresó el oriundo de Ciénaga (Magdalena).

Tan eficiente resultó la adaptación con la cultura caribeña, que ‘Compañero’ 'dejó la camiseta de Millonarios (club de fútbol de Bogotá) y ahora se pone la de Junior (risas)', aseguró el policía.

De lujo no tiene el nombre que lleva puesto, tampoco el chaleco y las gafas oscuras que lo protegen del sol, pues con el ‘astro rey’ debe luchar a diario, cuando acompaña a los uniformados, en la Policía Metropolitana de Barranquilla, para hacer campañas de educación y prevención ciudadana en bancos, centros comerciales, colegios y entornos deportivos.

Tampoco es uno más, pues en el casco está identificado con el código 1784 y en el chaleco tiene la numeración 2733, que son las cifras que tenía una motorizada de la Policía y fue recientemente puesta en servicio de los cuadrantes en la ciudad.

Finalmente, mientras su compañero se extendió en la entrevista con EL HERALDO, ‘Ñero’ se fastidió con tantas fotografías de los vecinos curiosos, por lo que ‘pidió refuerzos’ a través de aullidos que no dejó de entonar hasta que Yepes lo socorrió y se lo llevó a otro de sus operativos.