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Por Orlando Cabrales*

El desarrollo y el crecimiento de una ciudad viene acompañado de grandes retos ambientales. Esto sucede con Barranquilla, ejemplo de una economía dinámica y con una industria y un comercio cada vez más fortalecidos.

Hoy la capital del Atlántico es ejemplo de liderazgo no solo en la región Caribe sino en todo el país y puede ser ejemplo de movilidad sostenible si logra que la renovación de flota en todo el Área Metropolitana de Barranquilla se realice con tecnologías limpias como el gas natural que ayude a mejorar la calidad del aire y no afecte sus costos.

Hace un par de semanas el Instituto Nacional de Salud confirmó que en 2016 ocurrieron más de 15.600 muertes prematuras por culpa de la mala calidad del aire, especialmente por la emisión de material particulado contaminante, el cual es una mezcla de partículas diminutas que entran a nuestro sistema respiratorio causando afecciones.

Además, según la Organización Mundial de la Salud, todos los días cerca del 93% de los niños y niñas del mundo menores de 15 años respiran aire tan contaminado que pone en grave peligro su salud y su crecimiento. Solo en 2016, alrededor de 600 000 niños de esta edad fallecieron por la suma de los efectos de la contaminación del aire ambiental y doméstico.

Este es un problema que causa más muertes que el conflicto armado, el tabaco y el alcohol, y Barranquilla no está exenta. Por eso desde Naturgas destacamos la preocupación y buena disposición que ha tenido la Alcaldía de Barranquilla, el Área Metropolitana, la Corporación Autónoma Regional del Atlántico, las universidades y la industria, entre otros actores, para afrontar este gran reto ambiental, donde la movilidad es fundamental en la solución.

El uso de buses a gas natural y eléctricos reduce en un 100% las emisiones de material particulado (PM2.5) y los óxidos de azufre, en comparación con un vehículo diésel (tecnología Euro V). Estas son los contaminantes que más afectan la calidad del aire de las ciudades. También el gas natural representa reducciones de alrededor del 30% en las emisiones de gases de efecto invernadero como el CO2, lo cual contribuye a las metas de reducción de gases efecto invernadero del Acuerdo de París.

Los primeros pasos ya se han dado: pronto veremos 40 buses tipo padrón a gas natural rodando por las calles de la Puerta de Oro de Colombia, y es posible – y necesario- que se adquieran 120 busetones más, aprovechando la solidez de proveedores de buses a gas natural que han tenido experiencias exitosas en decenas de países en el mundo.

Medellín, Cartagena, Manizales, Palmira, y recientemente Bogotá, decidieron renovar su flota de buses e incentivar el cambio tecnológico privilegiando el uso del gas natural. Este año se completarán 1.350 buses con gas rodando por todo el país, incluyendo 741 que llegarán a Transmilenio y 22 nuevos que recién anunciaron para Cali.

Está tecnología está completamente probada a nivel mundial. Así lo demuestran casos como el de Corea, con más de 30.000 buses; EEUU, con más de 20.000 buses; India, con más de 11.000 vehículos; China, con más de 10.000; España, con más de 1.000; y Perú, con 600 buses de diferentes tipologías.

El compromiso de quienes desean ver un transporte sostenible en Barranquilla debe transformarse en medidas y señales de política pública que ayuden a mejorar la calidad del aire de la ciudad. Ese fue el pedido de estudiantes y jóvenes ambientalistas de Barranquilla, Cali, Medellín y Bogotá en el pasado Foro de Calidad del Aire que expresaron la urgencia de seguir avanzando por un mejor aire para sus ciudades.

* Presidente de Naturgas