La noche del 22 de marzo de 1931, en Barranquilla se reunieron dos futuros presidentes de Venezuela con quienes serían los miembros de su gabinete. Todos, jóvenes estudiantes venezolanos que soñaban con un mejor país, habían llegado a la capital del Atlántico con el objetivo de tumbar una dictadura.
Raúl Leoni y Rómulo Betancourt no tenían más de 25 años cuando, por cuestiones del destino, aterrizaron en Barranquilla. Los dos eran exiliados de su natal Venezuela y habían sido expulsados por Juan Vicente Gómez, un dictador que se había aferrado al poder por más de 20 años.
A comienzos de la década del 20, Venezuela se posicionaba como un importante exportador de petróleo. El flujo económico que ingresó al país permitió la industralización temprana de una nación que había sido rural desde sus inicios. A su vez, mientras el país se proyectaba como un gigante de los hidrocarburos, la dictadura de Gómez, generosa con la inversión extranjera, permitió la explotación de aquellos recursos por parte de industrias norteamericanas.
La ‘Generación del 28’, como se llamó al grupo de estudiantes al que pertenecieron Leoni y Betancourt, se opuso a las medidas, pero debió enfrentarse al exilio de un gobierno que rechazó sus ideas de un cambio político.
Leoni, estudiante de derecho y quien fue presidente de Venezuela en 1964, escapó de su país como polizón a bordo de un buque holandés. Después de intentar consolidarse en República Dominicana, se pone de acuerdo con Rómulo Betancourt y otros jóvenes exiliados para asentarse en Barranquilla, ciudad que se convirtió en el centro de operaciones contra el régimen venezolano, tras encontrar el apoyo de varias personas.
Junto a su padre, Clemente Leoni, un francés casado con una guyanesa que arribó a Barranquilla un año después de la llegada de su hijo, abren un puesto de frutas en la esquina del Cañón Verde, frente a la Iglesia de San Nicolás, en el Paseo Bolívar. Rómulo Betancourt, quien asumió como presidente en 1945, se puso el delantal de tendero junto a Ricardo Montilla, dos de los protagonistas en la gestación de la socialdemocracia venezolana.