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Después de cinco meses de adaptar como un hogar la oreja del puente de la avenida Murillo con la Circunvalar, 251 venezolanos desalojaron este martes el área de 8.500 metros cuadrados, durante un operativo que se desarrolló pacíficamente desde el amanecer hasta el mediodía.

Tras varios anuncios de la recuperación del terreno por parte de las autoridades, el día del retiro de los migrantes llegó definitivamente, no hubo más postergación y eso lo notaron en el ambiente.

El lugar fue acordonado por vallas de seguridad y también fue rodeado por miembros de la Policía Nacional, de la Policía Militar del Ejército y del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad). Aunque no fue necesario hacer uso de la fuerza, pues los mismos invasores comenzaron desde las 6:30 a.m. a retirar sus pocos enseres y a dejarlos en casas aledañas.

Asimismo, cajas de madera y de cartón, muebles viejos y rasgados, muñecas de trapo, juguetes, armarios destartalados y toda clase de desechos quedaban regados en el suelo. El olor a orín y a excremento también invadió lo que un semestre antes era una zona verde que conformaba al parque Metropolitano.

Mientras tanto, los rostros de preocupación reflejaron la situación del momento. Madres y padres de familia tenían la mirada perdida en un futuro incierto. Allí 'teníamos comodidades' y ahora no saben hacia dónde marchar, según manifestó Javier Díaz.

'Yo me quedo aquí guerreando con mi mujer embarazada y mi muchacha. Si es por dormir debajo de un puente lo hago, pero no regreso a Venezuela a morirme de hambre. Al menos aquí con $5.000 almorzamos', sostuvo el hombre.

Apoyos a la comunidad

Sin embargo, la familia de Díaz no salió desamparada. Al menos su pareja fue una de las cinco mujeres en estado de gestación y lactancia que fueron integradas a los programas de primera infancia de la Oficina de Gestión Social del Distrito, según comunicó esta dependencia.

Además, nueve adultos mayores fueron conducidos a hogares de paso. Se les recordó que el horario de los hogares es de 8:00 a.m. a 3:00 p.m. y no permite alojamiento, esta oferta funciona articuladamente con la Pastoral Social de Arquidiócesis. Bajo el programa ‘Día a Día’, los ocupantes podrían bañarse, recibir alimentación y descanso.

El apoyo al personal en esta condición salió de la mesa interinstitucional que conformaron, además de cinco representantes de la población venezolana, la Secretaría de Control Urbano y Espacio Público y las Inspecciones de Policía Urbana de esta cartera, Migración Colombia, Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), Oficina para la Seguridad y Convivencia Ciudadana, Secretaría de Educación, Gestión Social, Personería Distrital, Cancillería, Pastoral Social, Secretaría de Gobierno y la Agencia Distrital de Infraestructura (ADI).

Otro de los apoyos fue el ofrecimiento de Migración Colombia de Permisos Especiales de Permanencia luego de una identificación y priorización de acuerdo con la problemática social. Así mismo se compartió la alternativa de que la población en estado de vulnerabilidad sea atendida a través del Sisbén, aparte del servicio de transporte en calidad de retorno voluntario que usaron varios ocupantes durante la jornada. La Cancillería, por su parte, compartió la oferta de ‘Colombia nos une’, que es un programa de retorno voluntario.

Por otro lado, Migración junto al Icbf ofrecieron la posibilidad de registrar a los menores de edad en registradurías, en un convenio con la Alcaldía Metropolitana y con la oferta de movilizarse en la unidad móvil.