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Con renovadas calles, algunas anchas y otras angostas, se abre paso en la localidad Metropolitana de Barranquilla el barrio La Sierrita, cuyas vías empinadas se asemejan a las emociones que expresan sus habitantes en su cotidianidad: un regocijo de esta barriada popular, a través de su cultura, y una preocupación constante por la guerra entre dos pandillas.

Hace 65 años atrás, los terrenos de esta urbanización estaban compuestos por potreros, jagüeyes y trupillos que, momentos después, fueron colonizados por habitantes de la ciudad sin vivienda estable, quienes llegaron limpiando y buscando levantar casas artesanales, según cuenta Cristóbal Caraballo, que nació cuatro años después de haberse fundado La Sierrita.

'Lo empezó a poblar Asunción Atehortúa con el apoyo de otros individuos en tierra fértil. Allí empezaron a construir las casas con paredes de saco y fique, porque no había ni madera en ese tiempo, las puertas y los techos eran de plástico', recuerda el hombre.

Seis décadas y media después celebran su aniversario cada 5 de diciembre, tras ser compuesta en la actualidad por 76 manzanas en las que se han levantado 2.075 inmuebles, entre casas y apartamentos, donde habitan 12.099 personas de estrato uno bajo.

Ahora, el barrio La Sierrita está localizado entre la calle 52C y La Cordialidad, y entre la carrera 3D y la carrera 6, un área en la que se distribuyen tiendas, droguerías, supermercados, restaurantes e instituciones educativas cimentadas sobre pendientes que van acorde con el nombre de la urbanización, según añade Caraballo (ver gráfico).