Luz Marina Correa nunca se imaginó que la motocicleta vendida a un empleado de su restaurante, en 2011, iba a generarle un problema económico siete años después. Como no finalizó el proceso del traspaso, el Instituto de Tránsito departamental del Atlántico le cargó a su nombre las obligaciones por el derecho de tránsito.
Correa no pagó el mencionado impuesto, lo que le trajo otro problema: un embargo de su cuenta de ahorros por valor de $1.018.000.
'Me dijeron que en el Registro Único Nacional de Tránsito (Runt) debía pagar un valor y sacar un certificado, lo cual no hice esto último porque no me dijeron ese último paso. Pero bueno, la rabia es porque solo me lo notifican siete años después y no lo hicieron al año siguiente para estar a paz y salvo', señaló ofuscada la comerciante en la puerta del Tránsito donde había unas 50 personas haciendo reclamos similares.
Luz Marina dijo que como en el Sistema Integrado de Información de Multa y Sanciones por Infracciones de Tránsito (Simit) aparece el proceso cerrado y la placa inexistente, por eso decidió reclamar en el Instituto, 'aunque sabe que probablemente tendrá la razón, pero no le devolverán el dinero'.
Caso similar tiene Luis Cardona Ariza, de 68 años, a quien hace tres le fue robada una motocicleta y desde ahí dejó de pagar los derechos de tránsito.
El pensionado señaló que interpuso una denuncia por hurto y pensó que con esa acción ya no debía pagar, 'pero no era así. Hace unos días el Instituto le embargó la cuenta con $800.000 por el no pago del derecho de tránsito en los último tres años'.
Además, contó que por no pagar los impuestos de una motocicleta que usa le embargaron un valor de $1.000.000. 'No me enviaban notificación. Yo sabía que debía pagar, pero no me mandaban ningún papel', afirmó Cardona Ariza, oriundo de Sabanalarga.