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Preocupados y temerosos. Así dijeron estar los vecinos de Rebolo que viven paralelo al arroyo canalizado que cruza el barrio en mención por el mal estado que presenta la estructura en el tramo comprendido entre la calle 17 y la calle 30 con carreras 26, 25 y 21B.

Los barrotes de concreto tienen exposición de hierro, las paredes también se ven agrietadas y en el peor de los casos se han caído. Por el deterioro, se logran apreciar nueve partes sin protección a lo largo de la dirección anunciada anteriormente.

Por esta situación, los moradores del barrio popular ubicado en el suroriente de Barranquilla dicen que viven con el miedo de que en un futuro inmediato uno de los vecinos, especialmente los menores de edad, caigan al vacío por esas zonas desprotegidas, las cuales tienen seis metros de abertura en promedio.

'Eso es un riesgo cada vez que pasa una madre con los niños por ahí, se les sueltan de la mano y, por no tener conocimiento del problema, se caen', manifestó Jesús Montrope, quien pidió que cierren 'urgentemente' las zonas afectadas del canal para evitar hechos que lamentar.

De acuerdo con el hombre, la inseguridad en este sector influye en el estado de la estructura y con esa versión coincide Sara Silva, quien señala que algunas personas rompen el concreto para hurtar el material que lo sostiene en su interior.

'Eso es un peligro, se roban el canal por pedazos desde arriba hasta donde termina el arroyo y le sacan las varillas también', indicó la mujer, quien aprovechó para exponer su queja del basurero en el afluente y sugerir un diseño en el que el arroyo 'pase por debajo de la carretera y así no aguantar malos olores'.

En el suelo, donde fueron instalados los cimientos de los barrotes, quedaron sembradas las varillas que no se alcanzaron a llevar.

La vía y el puente

A este problema se le suman las precarias condiciones en las que están el puente peatonal metálico que conecta una acera con otra, cruzando sobre el arroyo, y el pavimento quebrado en la carrera 26 entre la calle 19 y la calle 24.

Las columnas del puente están oxidadas y la carretera está agrietada y hundida, ocasionado un tráfico lento para los conductores que transitan por esta zona.

Por su parte, el gerente de la Agencia Distrital de Infraestructura (ADI), Alberto Salah, dijo que, por lo menos, en los últimos ocho años no se le ha hecho mantenimiento a la estructura e invitó a la comunidad a denunciar los robos del material.

'Es lógico que se le deba dar mantenimiento, pero me preocupa que el deterioro natural del tiempo se acreciente precisamente producto del robo del hierro', manifestó el jefe de esta cartera.

Salah agregó que dichos mantenimientos y obras de adecuación están contempladas con la intención de conservar la infraestructura hidráulica. Y este en especial 'se espera' entregar para el primer trimestre de 2019 junto con el parque que la ADI está construyendo en la calle 24 con 26 contiguo al arroyo.

Con respecto al estado de la vía, el secretario de Obras Públicas del Distrito, Rafael Lafont, sostuvo que en un mes y medio se van a empezar a corregir los hundimientos en las placas que conforman la carretera.

'Vamos a hacer un reparcheo en la vía que está pegada al arroyo desde la calle 30 hasta la calle 17, reparando los huecos, cuyos trabajos ameritan una inversión de $400 millones, aproximadamente', explicó el funcionario al ser consultado sobre el tema.