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Debido a que las cubiertas (techos) del edificio Pedro Biava y del bloque de música de la Facultad de Bellas Artes 'no tenían la posibilidad de movimiento', eran 'rígidas', estas se desplomaron.

Esta sería una de las conclusiones del estudio de vulnerabilidad que realiza la firma ESSE Ingeniería S.A.S., cuyos resultados serán entregados esta semana a la Universidad del Atlántico. EL HERALDO conoció algunos apartes del análisis que se hizo a la estructura del edificio.

Eliana Aviléz, jefe de Planeación de Uniatlántico, explicó que los expertos tomaron todas las muestras necesarias para determinar las razones del porqué cedieron los techos.

'Las estructuras se dilatan y se contraen, por lo tanto hay que dejarle un espacio, una flexibilidad, y esas estructuras estaban ancladas en puntos fijos. Ante las contracciones y dilataciones, por algún lado tiene que partirse y efectivamente se partió un elemento de la estructura y se produjo un efecto en cadena. Se le quitó la estabilidad al resto y, por tanto, terminó desplomándose', señaló Aviléz.

La cubierta del bloque de música (ensamble) cedió el 18 de junio de 2017 y, según los expertos de la universidad en su momento, también incidieron los efectos biológicos, como la humedad y el comején, que ayudaron a debilitarlas. La parte del techo del edificio Pedro Biava cayó el pasado 2 de marzo, al no tener aparentemente 'flexibilidad'.

Removidas otras cubiertas

En cuanto a los otros dos bloques de Bellas Artes (la Galería y Artes Plásticas), Aviléz declaró que hicieron una revisión y un diagnóstico de cómo estaba la estabilidad de las cubiertas de esos edificios.

La funcionaria aseguró que los techos de las edificaciones que sufrieron afectación habían sido intervenidos en el pasado por la universidad. Aunque han hecho lo mismo con las cubiertas de los bloques de las galerías y de artes plásticas, las directivas creen que también están en riesgo de colapsar.

Por esta razón, la Oficina de Gestión del Riesgo ordenó la evacuación de los cuatro bloques y el retiro de las cubiertas para quitarle peso. 

'De tal manera que si venían lluvias, el mismo peso de las aguas no nos fuera a posiblemente colapsar las cubiertas y terminara deteriorando más la estructura', agregó la jefe de Planeación.

El informe les dio vía libre para que fuera usado el museo, ya que la cubierta se encuentra en buen estado. Cosa contraria sucedió con el teatro que 'no debía usarse'.

'Si bien la cubierta del escenario no representaba peligro, si representaba en la parte que cubre la platea, donde van los espectadores. La forma como está diseñada la estructura, dado que la luz que hay entre pared y pared es demasiada larga para como está constituida esa estructura', señaló.

A los bloques de la parte de atrás de Bellas Artes, donde funciona Arte Dramático, también se les hizo una revisión y los expertos dieron el visto bueno para ser habitados sin ningún tipo de riesgo.

Los cerca de 1.000 estudiantes de la facultad fueron ubicados en espacios de la misma sede y en las zonas que se habilitaron en el edificio de la Uniatlántico de la carrera 43. Allí se adecuaron con las condiciones requeridas para que funcionara el programa de Artes Plásticas.

Los programas de licenciatura y música desarrollan sus clases en espacios que se alquilaron en la Alianza Francesa, sede norte y centro. Para los ensambles de todos sus instrumentos arrendaron estudios de grabación.