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La decisión de la Superintendencia Nacional de Salud de declarar 'no satisfactoria' la evaluación de cumplimiento de la gerente del Cari, Rocío Gamarra, desató una polémica entre las partes.

Mientras Gamarra asegura que la Supersalud, con su decisión, está desconociendo un fallo de tutela del pasado 6 de julio, que la favorece; la Gobernación advierte que una decisión del Tribunal Administrativo del Atlántico, proferida cuatro días después, la declara como improcedente.

Según la gerente del Cari, el fallo ordenaba retrotraer toda la actuación adelantada por la junta directiva de la ESE Cari sobre el particular.

'La resolución emitida por la Supersalud carece de firmeza, se encuentran corriendo los términos para interposición de recurso de reposición y se instruyó a la junta a no dar trámite', afirma la gerente en un comunicado emitido ayer.

Sin embargo, se lee en el fallo del 10 de julio que el Juzgado no dio apertura al incidente de desacato solicitado, pues al realizar el examen de rigor pudo determinar que 'no existía orden pendiente por acatar, pues la orden que tenía la junta' era que la 'gerente pudiese allegar los reparos' que procedían en este caso, los que, según el Tribunal, 'fueron cumplidos a cabalidad'. 

A pesar de que en la decisión de la Supersalud confirma que la gerente Rocío Gamarra no presentó el informe de cumplimiento del Plan de Gestión de la vigencia 2017, ella insiste que 'ha dado extensas explicaciones soportadas en razones de derecho', entre las que se destaca el haber atendido literalmente el trámite que se venía agotando en los últimos 8 años, y al que hoy la Junta Directiva pretende aplicar una distinta lectura e interpretación.

'No obstante que cuatro de los seis miembros actuales realizaran la evaluación 2016, no solo extemporáneamente, sino atendiendo el mismo trámite', señaló Gamarra.

La Superintendencia comunicó a la Procuraduría Regional del Atlántico el contenido de la resolución del 6 de julio para que se adelanten las actuaciones de su competencia respecto del trámite que culminó con evaluación no satisfactoria de Rocío Gamarra Peña, en calidad de gerente del hospital Cari.