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Conductores de la empresa de transporte intermunicipal Colombia Caribe, que presta sus servicios entre Puerto Colombia y Barranquilla, protestaron ayer a las afueras de la Alcaldía del municipio, debido al cierre de una de sus ‘nevadas’ ubicada en el barrio Loma de Oro.

Los conductores bloquearon con 36 buses la plaza principal de Puerto Colombia, exigiendo la apertura del parqueadero en el que son guardados los buses al término de la jornada laboral de los conductores.

El hecho ocasionó que las autoridades de tránsito del municipio trataran de desalojar la zona para despejar la plaza y permitir la movilización de otros vehículos, pero los conductores continuaron con la protesta, hasta tanto no existiera una solución definitiva sobre el cierre del establecimiento.

De acuerdo con Carlos Altamar, representante legal de la empresa Colombia Caribe, vecinos que residen en el sector en donde se encuentra ubicada la ‘nevada’, interpusieron una queja ante la Procuraduría, en donde señalaban que el humo de los vehículos estaba ocasionando enfermedades a los habitantes y contaminando el medio ambiente. 

'No entiendo cómo unos vehículos parqueados pueden vulnerar unos derechos colectivos tan importantes como la salud y el medio ambiente. Realmente los vehículos ahí están apagados y no hay ninguna sola prueba de una persona enferma', sostuvo.

Indicó que la Procuraduría, dentro de sus funciones, está verificando la queja, pero reiteró que no existe prueba alguna de que se esté vulnerando los derechos de la ciudadanía.

Por su parte, el secretario de Gobierno de Puerto Colombia, Saúl Leyva, informó que la decisión de los conductores de bloquear la plaza central con los buses fue 'tomada a la ligera'.

El funcionario informó que se reunió con los representantes de la empresa para definir la situación del establecimiento, y aseguró que la decisión correspondió a un recurso de apelación que presentó la empresa, pero que sería estudiado detalladamente.

De igual forma, precisó que se está realizando un estudio para analizar y tomar una decisión con respecto a los daños ambientales que podrían ocasionar los buses en el barrio. 'No tiene nada que ver con el cerramiento de un establecimiento a un lote privado que es de la propiedad de la empresa. No hay cambio de rutas ni de recorridos', aclaró Leyva.