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¿A qué se deben los casos de corrupción en colegios y universidades de los últimos en días en la región? ¿Qué está pasando con la formación ética de los jóvenes? ¿Quién falla, los educadores o los padres desde casa?

Estos y otros interrogantes han surgido a raíz de los últimos acontecimientos ocurridos en Barranquilla y Santa Marta, en donde jóvenes bachilleres y universitarios se han visto involucrados en escándalos por fraude en instituciones públicas y privadas. 

Sin embargo, esta situación se ha presentado años atrás, no solo a nivel local sino internacional. En Estados Unidos y México se han desatado escándalos por el fraude de estudiantes universitarios al momento de presentar evaluaciones en los últimos años. 

El más reciente hecho que encendió la alerta de las autoridades y generó el rechazo de la opinión pública, fue la captura de un grupo de 16 jóvenes denominado por las autoridades como ‘Los Intelectuales’, quienes se encargaban de suplantar a aspirantes al programa de Medicina, en la Universidad del Magdalena. 

El hecho generó el rechazo inmediato del Ministerio de Educación Nacional, debido a que del grupo de jóvenes capturados tres eran beneficiarios del programa del Gobierno ‘Ser Pilo Paga’, quienes podrían perder sus becas, de acuerdo con lo señalado por esta cartera

¿Cómo hacían el fraude?

La Universidad del Magdalena, a través del Grupo de Admisiones, Registro y Control Académico, realizó la prueba de conocimientos o examen de admisión el pasado domingo 10 de junio, en dos jornadas, a 7.781 aspirantes que buscaban un cupo para cursar un programa profesional en esta institución de educación superior.

De este total, 1.613 (20.72%) correspondía a la Facultad de Medicina, en donde el cupo máximo de admitidos era de 50 estudiantes. 

Posterior a la realización del examen, se publica una lista de preseleccionados en la cual aparecen los puntajes más altos en cada uno de los programas que la institución está ofertando para el segundo periodo académico de 2018.

La evaluación es elaborada y supervisada por la Universidad Nacional de Colombia, pero además es la encargada de calificar la prueba.

Este fraude se hacía a través de una contraseña de cédula falsa, a la que le pegaban la fotografía del suplantador, pero los demás datos eran los del estudiante que aspiraba a ingresar a la Universidad del Magdalena. De esta forma, los datos registrados oficialmente eran del aspirante real, pero quien presentaba el examen era el de la fotografía (suplantador). 

Para que no se descubriera la suplantación, la fotografía del carné tenía similitud con los rasgos físicos del original (cara, cabellos y estatura). Para lograr esto, la organización delictiva reclutaba jóvenes talentosos con coeficiente intelectual alto y que tuvieran el parecido con el aspirante que pagó entre $20 y $24 millones por el cupo, según la Policía. 

Preocupación

El fraude en la Universidad del Magdalena generó preocupación de las autoridades locales y nacionales. El pasado jueves 14 de junio, la ministra de Educación, Yaneth Giha Tovar, aseguró que los jóvenes capturados solo son 'un eslabón' de una red delictiva 'mucho más grande.

Giha manifestó su intranquilidad por los tres ‘pilos’ involucrados en el fraude e indicó, sorprendida, que el manual del programa no contemplaba ningún tipo de sanciones, debido a que no esperaban que un hecho así ocurriera. 'Ningún colombiano debe incurrir en una práctica tan deshonesta como esta', enfatizó en tono airado.

Por su parte, el rector de la Unimag, Pablo Vera, manifestó que 'no ganamos nada metiendo a la cárcel a un joven talento que ha sido utilizado por un cerebro maquiavélico. Para ellos debe ser una lección, como lo debe ser para su familia'. 

No obstante, sostuvo que los padres son quienes le deben una respuesta a la sociedad y anotó que ellos son los que deben pedir perdón, aunque no están ajenos al peso de la ley. 'Esto demuestra que hay en la familia una crisis ética muy grande', señaló Vera.

En los últimos días trascendió que cuatro de los detenidos por el fraude son egresados de El Socorro, una institución educativa privada, ubicada en el barrio Bellavista, de Malambo. EL HERALDO visitó el sector y vecinos de los jóvenes coincidieron en que provienen de familias tranquilas, humildes y que nunca han tenido problemas.

Los cuatro jóvenes egresaron de esta institución educativa en los años 2012, 2014, 2015 y 2016 y, debido a su excelente resultado en las pruebas de Estado, tres de ellos fueron seleccionados como ‘Pilos’ y uno obtuvo una beca directamente con la Universidad del Norte. 

Humberto Vásquez, rector de El Socorro, se mostró sorprendido, conmovido y confundido por el accionar de los jóvenes que pasaron por su institución, debido a que 'siempre tuvieron excelente comportamiento'. 

El educador afirmó que los cuatro estudiantes obtuvieron un resultado cercano a los 400 puntos en las Pruebas Saber de sus respectivos años y que siempre se destacaron por su buen comportamiento y disciplina. 'Siento mucha tristeza, toda esta situación es contraria a los valores que siempre les hemos inculcado en esta institución. Uno se pregunta y algo tuvo que haber pasado después que graduaron', manifestó el rector Vásquez, quien afirmó, además, que los líderes de la organización delincuencial fueron muy selectivos al momento de escoger a los jóvenes y que estos pudieron haber sido extraídos de bases de datos del Icfes. 

Otros casos

El caso de la Universidad del Magdalena no es el único sonado en el último año. El pasado 7 de junio se desató un escándalo en el colegio Marymount, una exclusiva institución de Barranquilla, que decidió cancelar la ceremonia de grado para los estudiantes de último año. 

Los jóvenes compraron los resultados de una prueba Pre-Icfes a uno de los profesores de la firma contratada para realizar la evaluación pactada para el 22 de febrero. Esta compañía envió en una comunicación al colegio Marymount, en donde lamentan la situación y aseguran que se tomaron los correctivos del caso. 

A pesar del fraudulento actuar de los estudiantes, un grupo de 12 padres de familia decidió interponer una acción de tutela, en la que afirmaron que se estaba vulnerando el derecho de los jóvenes. A pesar de la favorabilidad de la acción judicial, la institución se sostuvo en su postura y entregó los diplomas por ventanilla, sin ceremonia. 

El acto de las directivas del Marymount fue aplaudido a nivel nacional a través de las diferentes tendencias en las redes sociales. 

Meses atrás, en febrero, se conoció la noticia de la confirmación de un fraude en las pruebas de admisión de la Universidad del Atlántico, en donde vendían paquetes con respuestas de la prueba, que iban desde $80 mil hasta $400 mil. Este examen también lo vigilaba la Universidad Nacional.

Dicho fraude fue el tercero que se comprobó en la institución de educación superior, que se vio obligada a cambiar su método de admisión. 

¿Qué pasa y qué hacer?

El rector de la Uniatlántico, Carlos Prasca Muñoz, indicó que la búsqueda de atajos y de hacer el menor esfuerzo para conseguir los objetivos está 'explotando' los principios del ser humano, especialmente el de los jóvenes. 

Prasca afirmó que es clave reforzar la formación desde la familia, la cual calificó de fundamental para la cimentación de los principios de niños y jóvenes. 'No hay que desfallecer y reforzar las acciones formativas que nos permitan tener buenos ciudadanos en nuestra Región y el país. 

Asimismo, sugirió que pruebas como las del Icfes deben tener el acompañamiento de la Registraduría Nacional, para la implementación del registro biométrico antes de las evaluaciones.

Para el psicólogo y experto en educación José Amar, el modelo económico liberal de hoy en día conlleva a que no haya una 'clara línea' entre lo bueno y lo malo, por lo que este tipo de prácticas se hace de manera sistemática y repetitiva en la sociedad colombiana, como en el resto del mundo. 

Explicó que hay un fenómeno conocido como ‘desconexión moral’, en el que las personas se 'quitan el suiche' de la ética y la moral por un periodo de tiempo, con el fin de alcanzar un beneficio inmediato. 'Suele pasar que hay personas bien formadas, con buenas estructuras morales, pero que llevados por un interés se desconectan y justifican sus malas acciones', detalló Amar. 

Entretanto, Numas Armando Gil, coordinador del programa de Filosofía de la Universidad del Atlántico, manifestó que los jóvenes del mundo están sufriendo de una 'contaminación educativa'. 'Los jóvenes buscan ganar como sea, debido al mismo sistema, y en la competencia buscan herir la ética', manifestó.

El experto enfatizó en que es importante que los jóvenes, más allá de un grado de bachiller, continúen su proceso de formación y complementen lo aprendido con investigaciones para no 'estancarse'. 

La secretaria de Educación del Distrito afirmó que los aliados más importantes para la formación de los niños y jóvenes son los padres de familia, a los que siempre acuden cuando hay alguna dificultad. 'Nuestra principal misión es lograr que nuestros estudiantes construyan su proyecto de vida con absoluta responsabilidad y transparencia', sostuvo.

En Harvard también hubo fraude

En 2012 la universidad de Harvard, una de las más prestigiosas del mundo, se vio envuelta en un escándalo tras el fraude de más de 100 estudiantes investigados por hacer trampa en una prueba. 70 de ellos fueron sancionados. De acuerdo con la cadena BBC, la institución se vio sacudida por la magnitud del daño, debido a que siempre ocupa los primeros puestos en el ránking mundial de universidades, y fue el lugar en donde se formaron ocho presidentes de los Estados Unidos. Este hecho marcó un profundo interrogante sobre su reputación. 

Desde entonces, los estudiantes de Harvard firman un código de honor, en el que juran no cometer fraude a lo largo de su carrera académica.