Una antigua vía ubicada en las entrañas de Repelón, municipio del suroccidente del Atlántico donde habitan más de 22.000 personas, impide que esta población se comunique directamente con Pita y Las Tablas, dos de sus corregimientos, debido al mal estado en que se encuentra su infraestructura, la misma que está siendo intervenida en la actualidad.
Por lo anterior, los moradores de ambos caseríos se ven obligados a salir del municipio, tras hacer sus diligencias o cumplir con jornadas laborales, tomar la Cordialidad, pasar Luruaco, Santa Cruz y 100 pesos hasta encontrarse en la carretera con 50 casas construidas con tablas de madera, material por el cual se le nombró así hace más de medio siglo al sector asentado en plena pendiente sobre una montaña verdosa.