Los espacios y la metodología de clases en el megacolegio Olga Emiliani, del barrio Ciudadela 20 de Julio, no son los mismos desde hace cuatro días. Pasaron de rellenar un dibujo a hacer abanicos de papel y de estudiar en los salones a sentarse en el patio por falta de energía eléctrica.
La situación es compleja principalmente para los niños de 5 años, quienes espontáneamente arrancan las hojas de los cuadernos para diseñar ventiladores con los que se echan fresco en sus rostros, mientras reciben clases de lenguaje. En los salones de transición, el mínimo aire natural ingresa por las puertas abiertas para tal fin, por donde también se cuela el ruido de los carros que no les permite concentración.
Asimismo, los de mayor edad han optado por continuar la jornada única en los pasillos de la edificación, siendo las sombras de los árboles en las zonas verdes las más apetecidas por los adolescentes para protegerse del sol y no atrasarse con el plan diario de estudios.
Así como los abanicos de papel de los niños, las fotocopias, los cuadernos y hasta los libros se convierten en ventiladores improvisados, cuando la sensación térmica llega hasta los 40°C a mediodía y la brisa no es suficiente para evitar la transpiración.
A los planes de contingencia anteriormente citados, se suma la ampliación de la media hora del recreo, ahora de 60 minutos, asumidos por la rectoría y la coordinación académica de la institución, que tiene matriculados a 1.440 estudiantes.
La preocupación aumenta, según manifiestan los padres de familia, si se tiene en cuenta que el cronograma de clases se ha visto afectado, debido a que las salas de informática, el laboratorio y la biblioteca no están funcionando por la irregularidad eléctrica.
'Es una situación terrible por la ola de calor que hay. Ahí asisten niños pequeños, mi nieto llega a la casa quejándose por la sofocación', manifestó Carmen Garrido, acudiente de un menor de transición.
Por su parte, el departamento de construcción de Comfamiliar Atlántico, concesión que administra el megacolegio desde su inauguración en 2011 cuando fue inaugurada la institución, comunicó a EL HERALDO que el daño interno se produjo por un corto circuito en el sistema de medidas del cableado eléctrico.
'Ya hay una cuadrilla de Electricaribe que se dispuso a solucionar el problema poniendo el servicio de manera directa, sin necesidad de que el sistema de medidas intervenga en el circuito', anunció una fuente cercana a la entidad concesionaria.
Agregó la misma fuente que se espera que el servicio esté normalizado hoy en la institución educativa.