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En las angostas calles de los barrios de Juan de Acosta, el verde copioso de los frondosos árboles llena de color las cuadras del municipio. Cada uno de sus hogares se resguarda detrás de uno o dos árboles en las terrazas, como huyéndole al sol que se asoma en todo lo alto a eso de las 12:00 m.

Así como esos matarratones, acacias y robles, las máquinas de coser también ocupan un espacio especial en las viviendas de los costeros, porque el sector de las confecciones representa más del 80% de la actividad productiva del municipio de Juan de Acosta, según cifras de la Gobernación del Atlántico.

Esta actividad involucra a toda la familia. En este municipio, que tiene 14.184 habitantes, según el Dane, es común ver a una joven cortando telas, a otra pegando hilos, al papá poniendo marquillas y a la mamá cosiendo.

Tras recorrer al menos una calle del barrio El Bolsillo, por ejemplo, 30 de 40 casas tienen, al menos, un electrodoméstico de estos en la sala o en el patio, lugares que se caracterizan por ser de gran tamaño.

Precisamente en uno de esos inmuebles habita Alicia Arteta de Molina, quien dirige desde hace tres décadas una microempresa que confecciona prendas de vestir para niños, jóvenes y adultos, las cuales distribuye a los almacenes de Barranquilla, Montería, Sincelejo, Cartagena y Maicao (La Guajira).