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Desde que dejó sus muletas hace un par de semanas, Elsa Noguera, ex alcaldesa de Barranquilla, tiene otro andar: luce más alegre, sonríe constantemente y empuña con propiedad su bastón, ese 'nuevo amigo' que la acompaña en sus hábitos diarios.

Aunque lleva varios días haciendo uso de esta herramienta de apoyo, solo hasta ayer lo presentó de manera pública a través de sus redes sociales, con una fotografía en la que aparece espléndida con el bastón rosado pálido en el Gran Malecón, con el río Magdalena de fondo.

Pero no tiene uno, son dos bastones que adquirió con distinto color y que le hacen juego con sus zapatillas, según confesó en diálogo con EL HERALDO.

'Hasta el momento tengo dos y los voy variando de acuerdo a la ocasión. Son colores de muy niña. Uno es rosado pálido y el otro es como fucsia con naranja, este sí es como más escandaloso', explica Noguera antes de culminar su declaración entre risas.

La historia del bastón

 Su conductor, a quien la exmandataria considera como un hermano, fue quien le escogió los modelos, tras recibir una solicitud de urgencia por parte de ella, pues no la iban a dejar ingresar a la terapia de rehabilitación si no presentaba este elemento.

'No me iban a dejar llegar a la fisioterapia con las muletas y me ha traído dos bastones de colores, y me dijo: ‘¡Hay una cantidad, una para cada pie!’ (risas)', contó tras simular el mandado del chofer personal.

Etapa de transición

 Pasar de las muletas a los bastones no fue cuestión de un día para la economista de 44 años. Durante ocho meses debió cumplir con sesiones de fisioterapia por debilidad muscular provocada, según explica, por el uso, durante 20 años, de los soportes iniciales.

Un accidente en unas escaleras de la Universidad Javeriana, mientras cursaba quinto semestre de Economía, y una serie de cirugías por fractura en ambos fémures, fueron los puntos de partida para que se viera obligada a hacer uso de ellas.

'Ahora estoy en un proceso de desprendimiento, porque yo adoro mis muletas, son parte de mí prácticamente. Con ellas terminé la universidad, me especialicé, hice mi maestría, me han acompañado en todos los trabajos que he tenido; pero estoy contenta de que ahora puedo estar con un bastón', sostiene la exministra de Vivienda.

Agrega que, desde los cargos públicos que ha ocupado, ha trabajado por las personas en condición de discapacidad física, debido a que se ha encontrado con la existencia de barreras en Colombia. Por ejemplo, insistió en la idea de diseñar andenes con rampas para la gente en silla de ruedas. Asimismo, en el Sistema Masivo de Transporte.

Finalmente, invitó a la ciudadanía a ser más positiva. 'Cuando hay ganas en nuestro corazón podremos conquistar cualquier sueño que emprendamos', concluyó.