El arzobispo de Barranquilla, monseñor Pablo Salas, aseguró este Jueves Santo que en los actuales momentos, la Iglesia está llamada a tener muy presente el ejemplo de Jesús, por lo que hizo un llamado 'a desacomodarnos por el otro, como actitud permanente en los discípulos'.
Al oficiar el inicio al Triduo Pascual, la celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, el arzobispo se refirió al Misterio de la Eucaristía y el servicio teniendo en cuenta que 'desde el Antiguo Testamento se preparaba está ofrenda de amor, la Alianza nueva y eterna'.
Celebrar la Cena Pascual -dijo- año tras año significa mantener viva en la memoria de la misericordia de Dios.
Para Salas, con el gesto de lavar los pies cumplido este Jueves Santo, Jesús manifiesta que su muerte será una muestra de entrega por amor, un amor gratuito y total motivado por su fidelidad.
'Con su gesto de lavar los pies, Jesús marca como ha de ser el actuar de sus discípulos y sus seguidores', clamó.
Para el arzbispo, toda la comunidad a veces acomodada, debe amarrarse la toalla del servicio. 'Crecemos y nos formamos para servir a los demás'.
Aquí, sostuvo que frente a la situación del país, 'es necesario decirle a gobernantes y servidores públicos, amarrarse la toalla del servicio, con respeto por la patria'.
Este mismo llamado a los padres de familia,al asegurar que : 'Ustedes con profunda generosidad deben amarrarse la toalla del servicio en la adoración a sus hijos, esposo o esposa'.
'Todos los agentes de Pastoral, siempre generosos, a ellos los invito a amarras la toalla del servicio', añadió.
La ceremonia que se realizó en la Catedral Metropolitana de Barranquilla estuvo presidida por el arzobispo de la ciudad, monseñor Pablo Emiro Salas, en la que se refirió a los sacrificios de Cristo e hizo un llamado a la familia.
Así mismo, se realizó el lavatorio de pies, una acción que recuerda 'el señor Jesús lavó los pies a sus discípulos invitándolos a una vida en servicio'.