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El espacio y la distancia de una casa, donde recientemente funcionó una ferretería, tiene preocupado a un grupo de acudientes de 150 estudiantes matriculados en la segunda sede de la Institución Educativa Distrital La Esmeralda, porque allí iniciarán clases a partir del próximo lunes.

El ‘viacrucis’ para los padres de familia y estudiantes empezó hace dos años, cuando la oficina de Prevención y Atención de Desastres ordenó abandonar el plantel, que había funcionado durante 13 años en la calle 72B con carrera 15, por ser propenso a un derrumbe.

Atendiendo al llamado de las autoridades, los directivos, docentes y alumnos de esta sede se desplazaron bajo la supervisión de la Secretaría de Educación a una vivienda en la que se desarrollaban tradicionalmente eventos religiosos.

Dos años después, el recinto quedó pequeño y la institución se vio en la obligación de trasladarse por segunda ocasión. Esta vez, a una vivienda con una ferretería que cerró sus puertas.

'Tengo una hermana que está estudiando ahí. Ahora la ubicaron lejos, donde ya empieza una calle dañada, en la que hay delincuentes', manifiesta Enis Narváez, quien agrega que sobre ese sector hay venta de drogas alucinógenas.

Para Yoladys Salgado, acudiente de un menor que cursa 5°, la situación es delicada si se tiene en cuenta que en la sede involucrada funciona la primaria, un curso de aceleración y cuatro cursos de metodología flexible. Por lo que tiene pensado retirar a su hijo, si no hay mejores soluciones.

'Ese colegio está muy lejos, me tocaría buscar otro. Como está la situación, me queda muy pesado pagar transporte', asegura.

Por su parte, Humberto Orozco, rector de la IED La Esmeralda, se mostró desesperado por este caso, que se superaría completamente si se cumplen con las obras de ampliación de la sede oficial del plantel, coordinada con representantes del Distrito desde 2017.

'Piensan comprar las casas que están en la parte de atrás del colegio. Según la Secretaría de Educación, van a levantar una parte para tener más salones y, como estamos dentro del plan de jornada única, tratar de unir ambas sedes', señala el directivo.

Con respecto a la casa que va a ser adaptada provisionalmente como colegio, el directivo académico reconoce que 'para ser una escuela, no es tan amplia'.

Mientras tanto, la secretaria de educación del Distrito, Bibiana Rincón, resaltó que, si bien era una ferretería, ahora se está restaurando para que cumpla con las condiciones debidas. Asimismo, indicó que la inestabilidad del terreno ha complicado la tarea de encontrar de un lugar óptimo para la ampliación.

'Se están haciendo todas las adecuaciones, los salones van a quedar con aire acondicionado y con cocina. En La Esmeralda hay muchas zonas de riesgo, pero seguimos en la búsqueda', concluyó la secretaria de Educación.