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A bordo del barco Logos Hope, se trabajan los siete días de la semana, de 10 a 12 horas que incluyen tiempos de descanso entre turnos.

Hacer del barco una casa o residir en esta ciudad flotante, es una aventura en la que se alistan desde solteros hasta familias.

Cómo es su vida, suele ser una de las incógnitas que intentan resolver los visitantes del barco, una vez toman contacto con quienes residen en él.

Uno de sus habitantes se llama Pavel Martínez, un mexicano de 34 años que desde el 14 de febrero de 2017 arribó a esta embarcación junto a su esposa Melissa Martínez, una estadounidense de 33.