El pasado mes de octubre el Ministerio de Relaciones Exteriores informó, como respuesta a la crisis humanitaria que afrontan los venezolanos que llegaron a Colombia durante 2017, que podrían acceder a empleos con un Permiso Especial de Permanencia. En Barranquillas es común ver a cientos de venezolanos que han encontrado en el empleo informal su fuente de ingreso para costear su estadía en la ciudad y enviar remesas a sus familiares que aún viven en el país de Nicolás Maduro.
Es por eso que la venta de agua, bebidas energéticas, pañuelos húmedos y tintos se han convertido en la principal actividad económica de las familias venezolanas que arribaron a Barranquilla. La secretaría de Gobierno aseguró que han realizado controles de legalidad en los establecimientos de comercio como lavaderos, peluquerías, barberías, restaurantes, entre otros, con el fin de garantizar que los comerciantes y propietarios realicen contrataciones de manera legal, evitando que se paguen sueldos por debajo de lo establecido por la Ley.