Desde que en el año 2014 fueron instalados los cimientos de un nuevo edificio en la carrera 65 con calle 64 esquina, la comunidad de Santa Ana notó que una problemática se avecinaba a su barrio.
De acuerdo con el relato de los vecinos, la construcción de esta edificación no presentaba licencia por parte de las autoridades y fue gracias a las acciones legales interpuestas por los moradores del sector que pudo ser suspendida.
Si bien la obra nunca fue culminada, lo que se alcanzó a construir nunca fue demolido y hoy, tres años después de que las autoridades detuvieran la intervención, aquel edificio continúa generando inconvenientes para la comunidad, hasta el punto de ser considerado como una 'amenaza para la integridad' de los habitantes de la zona.
'La obra está completamente adosada a dos casas vecinas y desde el mismo momento en que fue suspendida, empezaron a formarse en los inmuebles unas pequeñas grietas que para esta fecha son muy grandes', explicó un morador del sector.
Para los usuarios, la presencia del edificio no solo ha traído averías en sus casas, también ha desencadenado problemas de inseguridad. La ausencia de iluminación en el inmueble ha hecho de las zonas peatonales que lo rodean un terreno de temor, pues algunos ciudadanos han sido víctimas de atracos por parte de delincuentes que se ocultan en el predio abandonado.
Aseguraron, además, que tal es el estado de deterioro de la obra, que partes de concreto se desprenden y caen sobre los andenes en los que caminan.
Ante la incertidumbre que les genera la construcción, los moradores de Santa Ana hicieron un llamado a las autoridades para que les sea informado cual será el futuro de la obra, si será finalmente demolida o si sus residencias serán intervenidas por el Distrito.
La secretaría de Espacio Público y Control Urbano distrital informó que recibió la denuncia y que el próximo lunes inspectores de la entidad visitarán el barrio para analizar y proceder a tomar las medidas correctivas frente al caso.