Unos maullidos de alegría se escuchan en el Jardín Botánico de Barranquilla después de que tres mujeres llegan con unas bolsas llenas de concentrado para gatos, pero de la nada llega una decena de felinos a buscar su ración de comida.
Marlyn Díaz, Maribel Berrio y Odalis Mercado llegan sin importar si hay sol o lluvia a llevarle un poco de alimento a cerca de 70 gatos que han sido abandonados en esta zona verde de la ciudad. El objetivo de estas animalistas es que las personas tomen más conciencia sobre estos felinos y que entiendan que el Jardín Botánico no está acondicionado para ser albergue.
'Es una tristeza ver como gente sin corazón abandona a estos pobres seres en este sitio sin importar lo que pueda pasar con ellos', afirma Marlyn Díaz que desde hace 5 años se ha puesto en la labor de llegar todos los días a estar al pendiente de los gatos y perros que quedan desprotegidos en esta zona. Díaz reconoce que la labor que adelanta junto a sus amigas es complicada porque no siempre se tienen los recursos para alimentar a los animales.