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Las Gardenias en el sur de Barranquilla, fue planeada como un desarrollo urbanístico para familias vulnerables. Sin embargo, a tres años de su construcción, en este sector reinan graves problemas de convivencia por la venta de alucinógenos, los enfrentamientos de pandillas y presunta explotación sexual.

A propósito del hecho que se registró el pasado martes, en el que un policía resultó herido luego de participar en un operativo para controlar una riña con disparos entre vecinos de esta zona, el jefe de la Oficina para la Seguridad y Convivencia Ciudadana, Yesid Turbay Pereira, dijo a EL HERALDO que en Las Gardenias se registran diversos tipos de violencia que no están asociadas únicamente al tema de las pandillas, sino también a la indisciplina social asociada a la manifestación de agresión.

'Aunque es un tema complejo porque requiere la reeducación de los jóvenes y adultos, se ha trabajado mucho con los entes de control', mencionó el funcionario.

La implementación del programa 'Vuelve y Juega', es una de las estrategias que dirige el Distrito para brindar acompañamiento psicosocial y sociocultural a la comunidad de Las Gardenias y en otros proyectos de vivienda de interés social como Villas de San Pablo y Villas de la Cordialidad.

'A través de este programa se vienen estableciendo normas de respeto por el otro. Toda la comunidad debe estar involucrada porque es un problema de comportamiento generalizado que no solo se reduce a los jóvenes porque se ha evidenciado que no hay grupos de padres preocupados no hay vecinos organizados y por eso el trabajo es con todos', sostuvo Turbay.

El funcionario detalló que aunque los cambios en el comportamiento no serán radicales se ha avanzado con el compromiso de la comunidad. 'El problema no se reduce al tema de pandilla, tiene un montón de aristas. Son personas que vienen de diversas partes y con diferentes modos de vida y la idea es fortalecer el tejido social'.

Sin embargo, Misael Delgado, coordinador de la Mesa de Víctimas del Atlántico, manifestó que la situación de inseguridad en Las Gardenias se les salió de las manos a las autoridades.

'Nunca existió una planificación adecuada porque cuando se entregaron estos apartamentos jamás se consultó al comité de reubicación y retorno, mucho menos se socializó con las mesas de víctimas y por ello la afectación que se viene dando. Este proyecto ha venido a desmejorar y vulnerar más derechos', indicó Delgado.

El coordinador de la Mesa de Víctimas del departamento añadió además que las autoridades no han dado respuestas ni solución definitiva. 'La invitación al Gobierno Nacional, departamental y distrital es corregir esta situación pero no seguir invirtiendo recursos en programas y proyectos que solo son pañitos de agua tibia y que no han servido de mucho. Pedimos una intervención temprana para proteger los derechos de los menores y los adultos', dijo.

Lejos del sueño de emprender una nueva vida, la situación ha obligado que muchos de los beneficiarios arrienden sus apartamentos y se vayan a otro lado. De acuerdo con Delgado, de las 1.628 familias que ocupan 4 mil apartamentos construidos en 22 hectáreas, aproximadamente 200 personas han abandonado la urbanización.

Para Juliet Sierra, psicóloga y coordinadora de agentes psicosociales de la Fundación ‘El lirio de los valles’, explicó que la problemática social en Las Gardenias es un tema que atañe a todos los actores sociales.

'Hay grupos poblacionales de desplazados que se relacionan con otras personas con un arraigo muy diferente y se podría caer en el error de estigmatizar que las poblaciones vulnerables tienen comportamientos de violencia', mencionó.

Respecto al fenómeno de violencia en Las Gardenias, Sierra explicó que no se estaría cumpliendo el propósito de proteger a las personas víctimas. 'No se trata de una reparación solo del agresor, sino de un trabajo en conjunto de toda la sociedad', mencionó la psicóloga.