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Un fallo de tutela favorece a la Fundación Zoológico de Barranquilla con la permanencia del oso Chucho, un oso de anteojos que fue traído a la capital del Atlántico desde Caldas, en las instalaciones del Zoológico.

Para Farah Ajami Peralta, Directora Ejecutiva de la Fundación, el fallo de fecha 10 de octubre pero que se conoció ayer, corrige dos graves errores: el primero está relacionado con la liberación de un animal habituado al contacto humano desde que nació. El segundo tiene que ver con la concesión de derechos propios de las personas a un animal, como supuesta medida de protección.

Según el falló, en el zoológico de la ciudad el animal cuenta con condiciones necesarias para garantizar su bienestar, incluyendo la compañía de una hembra de su especie y edad similar.

Luego de la llegada del oso de anteojos a Barranquilla, un ciudadano instauró una acción constitucional de Hábeas Corpus, argumentando que el animal fue privado de su libertad al enviarlo al zoológico, y desconociendo que este nació y ha vivido toda su vida bajo cuidados humanos. El 26 de julio, la Corte Suprema de Justicia concedió dicha acción en segunda instancia.

La Fundación Botánica y Zoológica de Barranquilla interpuso una acción de tutela contra el fallo, al considerar que violaba los derechos fundamentales al debido proceso y a la defensa, así como el principio de legalidad.

El 16 de agosto fue concedida la acción de tutela y el 10 de octubre fue confirmado el fallo.

Después de su llegada a Barranquilla, el animal cumplió un período de cuarentena, bajo la observación de veterinarios, zootecnistas, biólogos y cuidadores, en el que mostró una rápida adaptación a su nuevo entorno y respondió positivamente al acercamiento con la hembra que habita en el Zoológico desde 1999.