Este es un procedimiento conocido para él, el animal más grande de la Fundación Botánica y Zoológica de Barranquilla y sus alrededores. Su caminar es pausado, su piel rústica y llena de arrugas da la ilusión de ser de plastilina. Los pelos que cubren su cuerpo parecen cables, de esos que llaman alambres dulces, y sus colmillos de marfil, que en un principio eran largos y blancos, ya no existen.
En 2012, Tantor, el elefante africano que llegó al zoológico de la ciudad en 1991, tras ser decomisado por tráfico ilegal de especies a unos narcotraficantes que lo tenían en una finca del departamento, fue intervenido por vez primera en su colmillo izquierdo. Los especialistas tuvieron que curar un dolor y otro cúmulo de síntomas, que tenía por una infección.
Se cree que tiene 52 años. Sin embargo, su edad verdadera es un misterio. Llegó adulto al lugar que se volvió su hogar y se convirtió en una de las especies más visitadas y queridas del parque.
No es extraño ver a niños, jóvenes y adultos amontonados tras los barrotes de madera y la ventana de vidrio que los separan del animal, haciendo expresiones de alegría y sorpresa por ver su majestuosidad.
Hace dos años, con una estructura del terreno en el que se ha simulado su hábitat, el mega vertebrado se fracturó el otro colmillo y el conducto se infectó, según explica Henrique Riva, jefe del departamento de Veterinaria del Zoológico. 'Lo que él tiene es muy similar a una caries. Lo que necesitamos hacer es una limpieza profunda y rellenar la pieza para controlar la infección'.
Esta quebradura le provoca molestias a Tantor, sin embargo, añade Riva, podría ser peor si durante este tiempo no se le hubiese practicado tratamiento constante.
Su dieta de más de 200 kilogramos de comida diaria, conformada por 70 mazos de pasto y alrededor de 50 kilogramos de frutas y vegetales, no se ve afectada por el dolor que le aqueja. 'La idea es sacar a fondo la cantidad de residuos de comida que le quedan por todo el alimento que consume'.
'Él está entrenado, lo que nos permite hacer limpiezas periódicas para evitar que la infección progrese. Estas sesiones son molestas para Tantor, por eso el procedimiento que realizaremos el 11 de noviembre debe ser con anestesia', explica Riva.
Para esta intervención odontológica se usará un analgésico llamado etorfina, un derivado semisintético de uso en animales silvestres y efectos variables entre especies, cuya potencia analgésica excede a la morfina, usado para inmovilización y manejo de ungulados silvestres, de acuerdo a un reporte de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Chile.
'Todo es muy complicado para un animal tan grande. Utilizaremos un analgésico de control usado en mega vertebrados, como jirafas, hipopótamos y otros, que no se vende en el país. Nos tomó dos años lograr traerlo legalmente'.
Riva comenta que la etorfina es fabricada en Sudáfrica y fue comprada en México. La demora en su consecución fue por la tardanza en la recolección de los documentos exigidos, como la autorización del Instituto Colombiano Agropecuario, del Fondo Nacional de Estupefacientes, de la Ventanilla Única de Comercio Exterior y del Fondo Rotatorio de Estupefacientes vinculado a la Secretaría de Salud del Distrito.
'La idea es que el animal esté en ayuno, como una persona, luego se define dónde disparar el dardo y se espera a que haga efecto la anestesia. Una vez lo pongamos en la posición correcta, se ubican los equipos para hacer la desinfección. Vamos a aprovechar que está sedado para verificar su salud en general', añade.
Este paciente de más de cinco toneladas, más de tres metros de alto y aproximadamente 15 de largo estará en manos de los mismos especialistas que lo atendieron hace cinco años: los veterinarios extranjeros Carlos Sánchez, director de Servicios Veterinarios del Fort Worth Zoo (Texas, Estados Unidos), y el dentista veterinario Barron Hall, consultor del National Zoo (Washington D.C., Estados Unidos). Asimismo, estarán Henrique Riva, y Ana María Erazo y Willliam González, del programa ‘Amigos Médicos del Zoo’, junto a un equipo del personal de la entidad.
Tantor es una celebridad en su entorno, fue elegido alcalde en 2007 por cientos de niños que vieron en él el animal idóneo para representar el cargo, y protagoniza capítulos diarios en los que les saca sonrisas a los visitantes del parque zoológico.
El otro mes sus acolchadas patas estarán dormidas por el efecto del sedante, pero sus colmillos estarán bien, con la esperanza de no tener que pedir una nueva cita con el dentista.