Han pasado 15 años desde que Iván Osorio adquirió un terreno ubicado en la carrea 44, entre calles 58 y 59, en Barranquilla. Desde entonces, el predio ha sido considerado como un foco de inseguridad y tiradero de escombros y basuras, según las constantes quejas de habitantes del barrio Boston.
Osorio le compró el predio al Distrito en 2002, por $457 millones, con el fin de construir un proyecto de vivienda. Este, sin embargo, aún no se ha podido ejecutar debido al conflicto que existe entre los vendedores que ocupan parte del lote, quienes conforman el conocido ‘Mercadito de Boston’.
Desde entonces, cuenta Osorio, la constructora no ha puesto la primera piedra del proyecto, a pesar de los múltiples intentos de su parte por conciliar con los vendedores.
Relata que en cuatro oportunidades ha cerrado el lote, pero un par de meses después los mismos vendedores se encargan de tumbar las paredes. Además, señala que el espacio donde estaba ubicada la sala de ventas 'fue quemado por estas personas'.
De igual forma, manifiesta que 'no ha habido voluntad política para solucionar el tema' y que ha pedido constantemente a las autoridades que reubiquen a los vendedores. 'Le he dicho a los de Espacio Público que yo mismo costeo la adecuación del un lugar para que estas personas sigan realizando sus actividades de manera más cómoda y no se vean afectados', enfatizó.
Cuenta que la situación le 'llena de mucha rabia y frustración', porque, pese a ser el dueño legalmente del predio, no tiene posesión de él. 'Lo más lógico, sería que las personas que se encuentran beneficiándose del lugar sean las encargadas de su limpieza y protección'.
Ante esta situación, agregó que los vendedores 'fraudulentamente' se encuentran conectados al sistema eléctrico del terreno y es él, como dueño, el que tiene que pagar de pagar las facturas. 'A pesar de todo, he seguido año a año pagando mis impuestos, mis facturas, aunque no tendría por qué hacerlo ya que desde que compré el terreno, no he hecho uso de él', precisó.
Indica que aunque tiene todas las facultades para iniciar la construcción de la obra, no lo hace porque no quiere 'poner en riesgo la vida de ninguna persona'. 'La intención no es lesionar a nadie con algún elemento de la construcción. Si ya esperé 15 años, puedo esperar los años que hagan falta para que esta situación por fin se solucione', dijo.
Vendedores protegidos
La Secretaría de Control Urbano y Espacio Público del Distrito respondió que Osorio, al momento de adquirir el predio, en las escrituras quedó establecido que dentro del proyecto inmobiliario que iba a desarrollar en ese lote, debía asignarles a los vendedores unos locales para que pudieran seguir ejerciendo su actividad económica en ese lugar.
De igual forma, la Secretaría informó que los vendedores tienen a su favor el fallo de una tutela que interpusieron en 2009, donde el Distrito reconoce unos derechos a estos trabajadores.
En ese entonces, la administración levantó un acta de compromiso en el cual les permitía que estuvieran transitoriamente en el lugar, hasta que el propietario del predio empezara la construcción de la obra.
El Distrito precisó que son 40 los vendedores censados y quienes están cobijados por el fallo de tutela, y por esta razón no pueden ser retirados del lugar ya que 'estaríamos violándoles unos derechos de un acta que la misma Alcaldía firmó en su momento'.
Asimismo, funcionarios de la Secretaria dijeron que buscan 'un acercamiento' entre el constructor y los vendedores, con el fin de que lleguen a un acuerdo y cada uno cumpla con las obligaciones correspondientes para que se pueda dar inicio al proyecto del particular.
Piden pronta solución
Habitantes del barrio Boston aseguraron que en las últimas semanas se ha incrementado los desechos de basura y escombro en el terreno. Además, dicen que el predio se ha convertido en 'foco de inseguridad y en una zona donde llegan a consumir drogas'.
Jazmín Sierra, quien reside a pocas cuadras del ‘mercadito’, señaló que 'no existe control' alguno por parte de las autoridades y que, en algunas ocasiones, los olores 'son muy fuertes' debido a la acumulación de residuos.
Pidió a las autoridades del Distrito de Barranquilla que 'resuelvan la situación prontamente' o que por lo menos cierren el terreno, como estuvo hace un tiempo.