En un martes soleado que hacía un paréntesis en medio de la lluviosa capital de los últimos días, el superintendente de Servicios Públicos, José Miguel Mendoza, anunció la liquidación de Electricaribe. La empresa ha sido cuestionada en los últimos 20 años y desde hace cuatro meses permanecía intervenida con el fin de evitar un inminente apagón y en la intención de estabilizar sus finanzas.
Aunque se había citado la rueda de prensa a las 8:30, cerca de las 9 de la mañana y tras una reunión previa con sus asesores, Mendoza llegó a la pequeña sala de conferencias de la Superintendencia, que se quedó estrecha ante la veintena de medios que reportarían la confirmación de la noticia que se había filtrado: el no va más de la empresa de propiedad, en un 85%, de la española Gas Natural Fenosa.
Minutos antes, el gobernador de Bolívar, Dumek Turbay, tomando la vocería de los mandatarios departamentales de la región, se hacía presente en la rueda de prensa y, como un periodista más, tomó lugar en la primera fila del salón.
'La Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios ha ordenado la liquidación de Electricaribe, debido a que la compañía no está en condiciones de prestar el servicio de energía con la calidad y continuidad que se requieren', leyó de entrada Mendoza.
Agregó el funcionario que 'la Superintendencia ha dispuesto comenzar inmediatamente con las labores necesarias para encontrar un operador que asuma la prestación del servicio de energía en la Costa Caribe'. Precisó que 'mientras se surten esos trámites, Electricaribe continuará prestando el servicio de energía en el mercado de la Costa, bajo la administración temporal del Agente Especial designado por la Superintendencia'.
Conjurar la crisis
Recordó —acto seguido— que 'desde el pasado 15 de noviembre de 2016, la Superservicios tomó posesión de los bienes, haberes y negocios de Electricaribe, para hacerle frente a la crítica situación financiera de la compañía y remediar la deficiente prestación del servicio a su cargo'.
Aseguró que con esa medida 'no solo se evitó un racionamiento generalizado de energía en los departamentos de Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, La Guajira, Magdalena y Sucre, sino que, además, se estabilizaron las finanzas de la compañía con miras a mantener la prestación del servicio a su cargo'.
Y aclaró que esa sola movida no va a mejorar por arte de magia e inmediatamente el servicio en el Caribe, ya que 'para que esto ocurra, deben hacerse cuantiosas inversiones orientadas a remediar la obsolescencia de la actual red de distribución de Electricaribe', y, aseveró, al respecto 'se construyó un modelo financiero que ha permitido predecir, con un alto grado de precisión, los flujos de caja que generará Electricaribe en los siguientes cinco años.
También se proyectaron, hacia el futuro, los índices de calidad del servicio a cargo de la compañía bajo diferentes niveles de inversión', concluyendo que 'los detallados estudios elaborados por la Superintendencia permiten afirmar hoy que la compañía no está en condiciones de prestar el servicio de energía con la calidad y continuidad debidas'. Por eso su liquidación.
Junto con el inicio rápido de un proceso para encontrar un operador que asuma la prestación del servicio de energía en la Costa. Entre tanto, el superintendente reportó que 'Electricaribe continuará prestando el servicio de energía en el mercado de la Costa, bajo la administración del Agente Especial designado por la Superintendencia'.
Aseguró que durante esta fase de transición 'se redoblarán los esfuerzos para mantener el servicio en la más alta calidad posible, a pesar del avanzado estado de deterioro de las redes de la compañía'.
Gira por la Costa
Finalmente, Mendoza anunció una gira por la región, que él mismo encabezará, en 'las siguientes semanas' para 'explicar los alcances de la decisión adoptada'.
Por último, para 'resolver inquietudes' sobre esta decisión, se habilitó la línea nacional 018000-910305 y el correo electrónico situacionenergiacaribe@superservicios.gov.co.
El superintendente no había terminado de pronunciar el fin del comunicado cuando el gobernador Turbay estalló en un solitario aplauso desde su silla de espectador, ante decenas de periodistas, camarógrafos, reporteros gráficos y técnicos que lo miraban extrañados. Ellos no comprendían del todo la euforia que para un mandatario de la Región Caribe pudiera significar la liquidación de una empresa que arrastra un millón de quejas entre los 2,5 millones de usuarios que tiene, que en 2015 dejó sin luz, durante 93 horas, a sus residentes, que causó 122 muertes, entre ellas, las de 12 niños por accidentes eléctricos y que es investigada por embolatar $65.733 millones de los colombianos por la ineficiente ejecución del Programa de Normalización de Redes Eléctricas, Prone, como lo reveló este diario en su momento.
Una vez concluyó la lectura y la rueda de preguntas, Mendoza atendió a algunos medios radiales y televisivos, así como a EL HERALDO, mientras uno que otro cigarrillo iba y venía de manos de sus asesores, en los enladrillados balcones de la sede del ente de control, al norte de la capital.
Mientras tanto, Turbay hacia lo propio con los medios periodísticos capitalinos, celebrando a nombre de los mandatarios regionales la medida.
Así, en un martes soleado, radiante, como si la atmósfera del Caribe se hubiese tomado por un momento a Bogotá, se anunció la, quizá demorada, pero esperada noticia de la liquidación de Electricaribe.
Fenosa solo ofreció $200 mil millones
Los intentos infructuosos por llegar a un acuerdo con Gas Natural Fenosa, GNF, multinacional española propietaria en un 85% de Electricaribe, para asegurar una 'sólida capitalización' a cinco años que permitiera estabilizar el servicio eléctrico que hoy de manera deficiente reciben 2,6 millones de clientes en los siete departamento costeños, se dieron hasta último momento, a pocas horas de decretar la toma de posesión con fines liquidatorios conocida este martes.
En efecto, no fue una, sino dos las reuniones que el lunes tuvieron lugar en Bogotá, en la propia Presidencia de la República, entre la cúpula española –encabezada por el presidente Isidre Fainé– y unos pocos funcionarios colombianos, incluidos la canciller María Ángela Holguín y los ministros de Hacienda, Mauricio Cárdenas, y de Minas, Germán Arce.
En defensa de los usuarios, estos les dijeron a los ejecutivos ibéricos que la capitalización de los próximos 5 años debía sumar $1,5 billones, aproximadamente, sin embargo, Fenosa solo ofreció $200.000 millones para un solo año.
'El ambiente fue amigable y cordial, pero, como toda negociación, tocaba defender los intereses nacionales y por eso no se aceptó tal propuesta', dijo una fuente al explicar, ‘grosso modo’, lo que sucedió en los dos encuentros, de los cuales han sido mantenido en hermetismo los detalles.