Compartir:

La sesión plenaria celebrada ayer en el Concejo de Barranquilla estuvo marcada por la visita de una delegación de la Fundación Síndrome de Down del Caribe, Fundown Caribe, que aprovechó la ocasión para solicitar la 'aplicación' de políticas incluyentes.

Bertha Cabrera, directora ejecutiva de la organización, señaló que el motivo esencial de la asistencia del grupo al recinto estuvo relacionado con la necesidad de 'hacer que los derechos de esta comunidad se hagan valer y trabajar por que las voces de estas personas sean escuchadas'.

De igual forma, Cabrera expresó que es indispensable 'trabajar por una política pública de inclusión' y, sobre todo, que las iniciativas diseñadas para las personas afectadas por el trastorno genético 'no se queden en palabras y sean llevadas a la realidad'.

La funcionaria indicó que, este año, Fundown Caribe cuenta con más de 700 familias afiliadas y que trabajan con un programa denominado Autogestores, en el que participan doce adultos que propenden al cumplimiento de los derechos de las personas en condición de discapacidad. 'Queremos que ellos mismos reconozcan sus derechos y trabajen por ellos', agregó.

Reacciones. El concejal del Centro Democrático, Carlos Meisel (quien invitó a los miembros de la entidad), instó a la mesa directiva a propiciar la apertura de un espacio en la agenda programada por la corporación para abordar temas de inclusión en las políticas públicas que serían implementadas en la capital atlanticense.

El presidente de la corporación, José Cadena, expresó su voluntad de 'seguir apoyando las iniciativas que propenden a la inclusión en el Distrito y vigilar que se cumplan'. Adicionalmente, aseguró que, como ente de control político, la misión del Concejo es 'velar porque Barranquilla sea una ciudad más incluyente'.