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Las patrullas de Policía dan vueltas al cuadrante, vigilan a los habitantes y observan con cuidado que no haya ninguna acción contraria a la convivencia, según lo establecido en el Código de Policía. Incluyendo consumir bebidas embriagantes en espacio público.

Con la entrada en vigencia del nuevo marco normativo, la tradicional tienda de barrio no podrá vender ‘frías’ para ser consumido en sus instalaciones. En el norte de la ciudad, en la esquina de la calle 64 con carrera 47, está ubicada la tienda Zapatoca. Su administrador, Alfonso Jiménez, dice que vende las cervezas con 'miedo' a ser sancionado.

Cuenta que por costumbre la gente llega los fines de semana a tomarse una ‘fría’ y se queda departiendo con amigos. En este negocio, en promedio venden 30 cajas de cerveza (900 unidades) en un fin de semana.

'El problema es que la gente no quiere llevarse la cerveza para su casa', dice. Agrega que por eso le da miedo venderlas.

Edith Caballero Ardila, administradora de la tienda Punto Azul, en la calle 80 con carrera 42, asegura que el código afecta considerablemente las ventas, hasta el punto que la próxima semana no hará pedido porque aún tiene reservas de la semana anterior.

'No sé si el código es muy confuso, o no queremos aprender porque nos perjudica mucho', dice Edith al indicar que lo cierto es que la Policía del Cuadrante le informó que si alguien es sorprendido en dicho establecimiento consumiendo ‘fría’ la sanción sería para ella.

Las ventas de este establecimiento han bajado en un 70% según los cálculos de su administradora, quien asevera  que las ganancias suben con la venta de este producto y no con los abarrotes.

Caballero dice que con la entrada en vigencia del código está a punto de perder clientes fieles quienes frecuentan su negocio para ver un partido de fútbol o para hacer la compra los fines de semana y tomarse un par de cervezas.

'Todos los sábados o domingos llevan yuca, huevos, leche, queso, pero ya vinieron a decirme que si no pueden tomar, entonces no vienen a comprar'. Ante este panorama dice que no hará pedido de cerveza y así lo ratificó en una llamada telefónica que en el momento recibió de una impulsadora de venta de la empresa cervecera.

'Aunque yo tenga reserva siempre pido porque la venta se mueve, pero como esta semana no se vendió, no pediré', les informó.

Esta situación se repite en varias tiendas de los barrios del sur de la ciudad, donde tenderos expresaron su preocupación con la nueva normativa.

'Antes colocaba la música y vendía las cervezas, pero la gente ha dejado de pedirlas y yo ahora solo vendo para llevar', afirmó Álvaro Morales, propietario de la tienda La Sucursal del Cielo, ubicada en la calle 48 con carrera 23, del barrio San Isidro. 

Para este comerciante la venta de las ‘frías’ era una 'inversión que se hacían los fines de semana', pero con el Código ha tenido pérdidas hasta de $400.000. 'He recortado los pedidos. Antes solicitaba 50 cajas y esta semana solo pedí ocho', afirmó Morales.

Édgar Romero, comerciante de la tienda La Veinte, ubicada en la carrera 20 con calle 41, manifestó que  anteriormente vendía hasta 20 cajas los fines de semana, pero ahora 'solo vendí una y fue para llevar. Los que venían para consumir aquí les dije que no', aseveró.

Al referirse a la forma cómo hacen el operativo para imponer el comparendo pedagógico un patrullero de la policía explicó que la tienda no tiene restricciones para la venta del producto, pero 'no se puede consumir' en el establecimiento porque entonces le ponen la infracción.