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Durante la primera semana de este 2017, el Sistema Integrado de Transporte Masivo, Transmetro, reportó ser víctima de tres ataques de vandalismo que se registraron diferentes sectores de Soledad.

El primero de ellos ocurrió el pasado martes 3 de enero cerca de las 5 p.m., cuando jóvenes que se transportaban en una moto arremetieron con piedras contra el bus TM13066, de la ruta A3-2 Soledad 2.000, lo que provocó que los vidrios de la puerta principal se rompieran. El hecho tuvo lugar en el sector conocido como Las Mayas Verdes y por fortuna, no dejó ningún usuario o habitante lesionado.

Los otros dos casos se presentaron el miércoles en horas de la tarde con el ataque a piedras a los buses TM13002, de la ruta A5-1 Los Robles y TM11003, de la ruta B1. Transmetro informó que, con respecto a la ruta A 5-1, el incidente fue causado por un menor de edad, quien arrojó una piedra al vehículo mientras este transitaba por la calle 84 con carrera 15.

Sobre la ruta B1, la empresa precisó que se trató de un ataque con pistola de balines en áreas aledañas a la estación Pedro Ramayá.

Ante la situación, el sub gerente de Operaciones, Álvaro Sánchez, lamentó que 'empecemos el año con actos de vandalismo reiterativos en Soledad' y expresó que 'lo más preocupante' es que estos ataques 'pueden dejar lesionados y afectar directamente el tiempo de espera de los mismos usuarios'.

'No hay motivo para el vandalismo y nos preocupa mucho, especialmente en Soledad. Además, es el primer caso en el que un niño decide lanzar espontáneamente una piedra. Por lo general, los casos anteriores obedecían a jóvenes en pandillas', señaló Sánchez.

Acciones

Con respecto a las medidas que tomarán para combatir los actos de violencia, Sánchez anunció que en los próximos días sostendrán una reunión con funcionarios de la Alcaldía de Soledad para tomar cartas en el asunto y disminuir los índices de violencia en contra de Transmetro.

'La idea es poder hacer trabajo social para que las personas sean conscientes de que los ataques a los buses perjudican a los mismos usuarios del sector, quienes deberán esperar más porque contarán con un servicio menos', afirmó el subgerente, quien espera también 'dar con las capturas de los responsables'.

Al cierre de 2016, Transmetro notificó que en el transcurso de ese año se presentaron 284 ataques contra los buses, lo que quiere decir que cada 31 horas, aproximadamente, un vehículo fue un objetivo del vandalismo.

Por esta situación, en 2016 resultaron lesionados 16 usuarios y se gastó cerca de $630 millones en reparaciones de los buses, lo que generalmente provoca que el vehículo sea retirado de operación de dos a cinco días.

Las rutas en donde más se evidencia este tipo de problemáticas son en la A3-4 Villa Sol, A5-3 La Central y A6-6 Ciudadela.

Nuevo precio en la tarjeta

Desde el primero de enero pasado, el precio de la tarjeta de Transmetro se duplicó y pasó de costar $2.000 a $4.000.

La empresa explicó, a través de un comunicado, que el ajuste obedece a las millonarias pérdidas de Transmetro por los viajes a crédito. Desde que el sistema de transporte comenzó su operación en 2010 y hasta finales de 2016, las pérdidas por este concepto alcanzaron los $254 millones.

Lo anterior equivale a que cerca de 158.913 personas no pagaran al sistema en 64 meses de operación, o a que 2.483 usuarios evadieran el pago mensualmente. Esa cifra, según Transmetro, corresponde a lo mismo que mueve diariamente la ruta A7-3 Carrera 38.

Ante eso, a través de las redes sociales los usuarios manifestaron sus descontento y cuestionaron los motivos para aumentar el precio.

'¿En qué se basan para subir el valor de la tarjeta en un 100%? ¿Van a mejorar el servicio en un 100% también?', escribió Santiago Bolívar.