La situación financiera de la empresa Promotora del Desarrollo del Distrito Central, Promocentro, encargada de administrar los mercados públicos de Barranquilla, es 'difícil', al punto de que está a las puertas de un proceso liquidatorio.
La entidad arrastra deudas laborales por $10.000 millones. Allí están incluidos salarios moratorios, cesantías, primas de Navidad y obligaciones con cajas de compensación. En su mayor parte, las acreencias laborales vienen de 2007, fecha en la que el Distrito y Edubar dieron por terminado el convenio de asociación mediante el cual conformaron Promocentro.
Esta empresa sin ánimo de lucro administra 11 plazas y mercados: el de Granos, Ujueta, El Playón y ampliación del Playón, La Magola, Mercado Central (Miami), Barranquillita (mercado de carnes y pescados), Plaza de EPM, Miami II, Pescados y Mariscos y Fedecafé. (Vea fotografías con direcciones y estado de mercados). Cuenta con 81 trabajadores (35 vigilantes, 15 aseadores y personal de mantenimiento y el resto labora en el área administrativa).
Fredy Lemus, presidente de la subdirectiva Sintraemsdes, entidad que agrupa a los trabajadores de Promocentro, informó que hay unos 3.500 concesionarios en las plazas de mercado, los cuales pagan tarifas mensuales de $35.000 a $40.000 por local.
Angelo Cianci, gerente de Promocentro, quien asumió en marzo el cargo, dice que de $245 millones que facturan al mes están recaudando $170 millones desde abril; antes el recaudo era de $120 millones.
Lemus señala que muchos comerciantes son 'renuentes a pagar' por varias razones, entre ellas el deterioro de las instalaciones de estos.
El trabajador Hernán Roca explicó que están 'preocupados' por la suerte que correrán, porque no conocen cómo será el plan de liquidación. 'Los días van corriendo, existe el Acuerdo 017 de 2016 que otorga autorización al alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, hasta el próximo 31 de diciembre para que proceda a liquidar', dijo.
Los trabajadores expresan que no se oponen a una eventual liquidación o reestructuración, siempre y cuando puedan verificar las acreencias laborales de cada uno, el pago de los aportes pensionales y el retén social, entre otros factores.
Deterioro
Manuel Lozano, comerciante barranquillero, quien lleva 22 de sus 70 años trabajando en el mercado, asegura que hasta en una tercera parte de lo habitual se han bajado las ventas, tanto para él como para los casi 430 comerciantes de la Plaza de EPM.
Quienes allí venden verduras, frutas, granos, y carnes, entre otros artículos, se quejan del deterioro de la infraestructura, a pesar de que, afirman, pagan el arriendo puntualmente.
Lozano dice que es evidente que son más las incomodidades existentes, producto de que no han hecho mejoras en el inmueble, al punto de que 'cuando llueve nos inundamos'.
'El techo se nos ha venido cayendo a pedazos', afirma. Expresa que aunque la tarifa que pagan es económica, como las ventas han bajado muchas veces 'no hacemos ni para los pasajes para regresar a casa'.