Las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) pediátricas y neonatal del Hospital Universitario Cari fueron cerradas desde hace, aproximadamente, 15 días. La determinación fue confirmada ayer por la gerente Rocío Gamarra.
La decisión del cierre –explicó la directora– está relacionada con los costos administrativos que 'estaban muy por encima', teniendo en cuenta los ingresos del hospital y el dinero que le adeudan algunas empresas promotoras de salud.
'A pesar de que eran solo seis camas con las que contábamos en estas áreas, no mantenían la ocupación pertinente ya que las EPS no miraban al Cari como una opción para ese manejo. Por otro lado, los médicos –con toda la razón, ya que no se les hacían los pagos oportunos y porque hay muchas deudas con lo asistencial– tomaron la decisión de retirarse', detalló Gamarra.
Agregó que realizaron un balance 'costo–beneficio' y tomaron la decisión, internamente con todo el equipo, de cerrar 'momentáneamente, mientras hacen una recuperación'. Dijo, además, que es necesario seguir manteniendo las áreas que tienen que ver con 'la mayor productividad de la alta complejidad', es decir, los servicios cardiovascular, neuroquirúrgico y hemodinámia.
La directora señaló que ayer se reunieron con el secretario de Salud del Atlántico, Armando De la Hoz, para 'buscar estrategias y alternativas' a fin de conseguir lo que realmente es 'nuestra alta complejidad y que nuestra facturación esté encaminada a esto'.
La suspensión de estos servicios se suma al cierre de la Unidad de Recepción de Pacientes (Urep) registrado en abril. En su momento Gamarra dijo que este componente asistencial nació como una estrategia para captar pacientes y sostuvo que también los 'bajos índices de ocupación' motivaron su clausura.
'Más que hacer un cierre, hemos tenido que buscar una reestructuración interna del hospital para que cada área sea autosostenible', apuntó.
'No hay cierre total'. Gamarra aseguró que lo sucedido no se debe a un 'cierre inminente' del hospital. Dijo que se trata de unas dificultades 'serias e importantes que vienen desde el histórico'. Manifestó, además, que también tiene que ver con la situación actual de país. Indicó que trabajan en las mejoras y recalcó el apoyo y el aporte que han recibido de parte del gobernador, Eduardo Verano, 'en manejos con el nivel Nacional porque el Cari es una institución muy importante, no solo desde el Atlántico, sino para la misma Región Caribe'.
La directora enfatizó en la situación económica que vive actualmente el centro de salud. Señaló que tienen 'deficiencias' que les dificulta mantener el flujo de caja fundamental para la sostenibilidad y para mantener a todo el cuerpo médico prestando un servicio a la comunidad.
Explicó que la cartera de la institución está tasada en $82.378 millones. Precisó que $43.357 millones corresponden a las EPS liquidadas (Caprecom y Saludcoop) y la otra parte, $39.021 millones, está en manos de promotoras de salud como Saludvida, Comfacor, Cajacopi, Coosalud, Barrios Unidos de Quibdó, Nueva EPS, Comparta, Mutual Ser, Comfamiliar Cartagena, Emdisalud, Dusakawi, Capital Salud, entre otras, cuyo flujo de recursos no ha sido el 'más frecuente o el que debe ser'.
'Estamos llamando mucho la atención a los que tienen que ser nuestros grandes colaboradores, como son las EPS, sobre todo las del subsidiado. Sin ellas, nosotros no podríamos subsistir, aun cuando nuestro gran campo es toda la población de la Región Caribe', puntualizó.
El presidente de la Asociación de Trabajadores de Hospitales y Clínicas de Colombia (Anthoc), Heriberto Tovar, dijo que discrepan del cierre y sostuvo que, teniendo en cuenta que es el único hospital de cuarto nivel del Departamento y de la Región Caribe, 'lo que debe hacerse es gestionar y afianzar aún más la contratación con las EPS y que estas garanticen el envío de los pacientes al Cari y el pago oportuno por la prestación del servicio'.