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Estefanía Patiño y su familia viven un drama tras enterarse que el feto de 8 meses que está formándose en su vientre padece de microcefalia severa.

Ella, de 23 años y procedente de Corozal, Sucre, y su esposo, de 22, decidieron acudir al aborto, pero los médicos de la Clínica General del Norte, adonde fue remitida desde hace dos semanas, se negaron a aplicar el procedimiento.

De acuerdo con la información de una fuente de la clínica, la joven se infectó con el virus del Zika a los dos meses de gestación. Sin embargo, no está confirmada la relación directa entre este hecho y la condición del feto.

Aunque el médico tratante en los primeros meses de embarazo ya le habían diagnósticado a Estefanía un embarazo de alto riesgo, por lo cual fue remitida a Barranquilla, fue solo en un examen reciente, en el octavo mes de gestación, cuando se confirmó que el feto tenía la afección neurológica.

La microcefalia es una afección en la cual la cabeza de una persona es más pequeña de lo habitual, debido a que el cerebro no logra crecer a una tasa normal. Recientemente se confirmó la relación entre el virus del Zika y esta anomalía.

Posición de la clínica

La confirmación de la anomalía, llevó a los padres a solicitar formalmente la práctica de un aborto, lo que fue analizado en una junta médica que concluyó que la paciente 'no cumple con los criterios definidos para realizar la interrupción del embarazo'.

Los argumentos del cuerpo médico se centran en que el feto está vivo y, además, su desarrollo está avanzado, por lo que practicar un aborto 'iría en contra de la ética profesional'. Asimismo, dicen estar respaldados por el artículo 355 del 2006 (Ver recuadro).

Sin embargo, la institución precisó que la EPS Coomeva, a la que está afiliada la paciente, puede remitirla a otra clínica para que se le haga una segunda valoración. EL HERALDO intentó comunicarse con la pareja, pero esta no quiso dar declaraciones.

Explicación médica

Frente a la situación, el perinatólogo y jefe de investigación de la unidad de medicina materno fetal Cedifetal, Miguel Parra, explicó que la diferencia entre microcefalia y microcefalia severa es que el tamaño de la cabeza del bebé es aún menor.

Agregó que el virus del zika afecta especialmente la parte cognoscitiva del bebé. 'Se daña la corteza cerebral que es la que te permite hablar, pensar y aprender. Lo único que queda son los centros básicos que controlan la respiración y la frecuencia cardíaca', dijo.

Parra precisó que la interrupción de un embarazo que esté por encima de las 23 semanas, de acuerdo con el documento del ministerio de salud de prevención del aborto inseguro en Colombia, pagina 63,'debe aplicarse antes de iniciar el procedimiento una inyección intracardiaca, para evitar la viabilidad al momento de la expulsión', lo cual está establecido como procedimiento de Interrupción Voluntaria del Embarazo, IVE.

Añadió que el diagnóstico de la microcefalia no se puede dar enseguida, porque 'hay que esperar a que se desarrolle el feto y estudiar el crecimiento de la cabeza'.

Casos en Barranquilla

La Secretaría de Salud Distrital informó que desde septiembre de 2015 hasta junio de 2016 se han registrado 1.269 casos de mujeres embarazadas que presentaron síntomas del virus del Zika. Entre estos nacieron siete niños con microcefalia, de los cuales 3 han muerto, y otros 168 nacieron sin complicaciones de salud.

Según el informe del Instituto Nacional de Salud, INS, entre las semanas epidemiológicas del 1o. de enero al 11 de junio de 2016 en Colombia se han confirmado seis casos de microcefalias asociados al zika; 50 casos fueron descartados y 81 están en estudio.

Asimismo, en Barranquilla hay 1.231 mujeres embarazadas, de las cuales hay 160 con zika ya confirmados, 1.068 sospechosos y otros tres sin confirmación. En Atlántico hay 702.