'Vuélvete salvaje por la vida' (Go Wild for Life en inglés) es el eslogan con el que la Organización de las Naciones Unidas y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) buscan generar conciencia en las personas. Hoy se celebra la versión 43 de esta fecha y las cifras que presenta la organización internacional no son alentadoras, debido a lo lucrativo del negocio de tráfico ilegal de especies.
En una investigación encontraron que las redes de crimen organizado que comercian con fauna y recursos naturales de forma ilegal mueven hasta 258.000 millones de dólares cada año, un 26% más que en 2014. El delito medioambiental tiene un valor estimado en la actualidad entre 91.000 millones de dólares y 258.000 millones de dólares. En 2014 el valor fue estimado 'entre 70.000 y 213.000 millones de dólares', informó el PNUMA en un comunicado.
El delito ambiental es la cuarta mayor empresa criminal del mundo, tras el tráfico de drogas, la falsificación y el tráfico de personas, pese a lo cual los organismos internacionales solo destinan entre 20 y 30 millones de dólares para luchar contra él, denunció el Programa de la ONU.
Redes criminales y grupos rebeldes están aumentando sus beneficios, al tiempo que alimentan conflictos y arrasan ecosistemas, gracias a la ausencia de leyes y la debilidad de las fuerzas de seguridad en los países donde operan.
El informe, hecho público con motivo de la conmemoración, recomienda reforzar la legislación y las sanciones, incluyendo medidas contra los paraísos fiscales, aumentar los recursos financieros para luchar contra estos criminales y dar incentivos y medios de vida alternativos para quienes colaboran con los furtivos y traficantes.
En la última década, el crimen medioambiental ha aumentado hasta un 7% cada año, crecimiento de dos a tres veces superior que el del PIB global.
En ese tiempo, más de un cuarto de la población mundial de elefantes ha sido exterminada.
El informe revela que los traficantes utilizan el crimen medioambiental para blanquear dinero, como ocurre con la minería ilegal de oro en Colombia.
'El resultado no es solo devastador para el medio ambiente y las economías locales, sino para todos aquellos que se encuentran amenazados por sus actividades. El mundo tiene que tomar acciones a escala nacional e internacional para poner fin al crimen medioambiental', subrayó el director del PNUMA, Achim Steiner.
El secretario general de la Interpol, Jürgen Stock, reconoció que el crimen medioambiental 'está aumentando a un ritmo alarmante'. La organización policial apuesta por luchar contra estas organizaciones en colaboración con diversas agencias y sectores y a través de las fronteras. 'La Interpol está comprometida a trabajar con los países miembros para combatir las redes del crimen organizado medioambiental', aseveró Stock.
En Colombia, las estadísticas del ministerio de Ambiente señalan que son incautados, en promedio, 113 animales diarios. En el primer trimestre de 2015 decomisaron alrededor de 13.600 ejemplares de fauna silvestre, dice el Ministerio. De otro lado, las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR) reportaron 211.571 animales decomisados por tráfico ilegal entre 2009 y 2012.
En materia de flora, según el ministerio, se decomisaron unos 66 mil metros cúbicos de madera entre 2005 y 2009.
En Barranquilla, entre enero y mayo de este año han sido decomisados 367 especies de aves, reptiles y mamíferos, 12 menos que para la misma época de 2015. Estos ejemplares representan un valor de alrededor de 70 millones de pesos. La Policía Ambiental ha identificado al mercado de granos y la plaza de Soledad como los principales puntos donde se trafica con animales.